Era muy raro que tú y Timothee estuvieran demasiado cansados para el sexo. Era tarde, o mejor dicho, era temprano. 4:30 de la mañana para ser exactos y después de que su avión se retrasó dos veces, ambos estaban demasiado cansados para hablar cuando se acostaron en las suaves sábanas de la cama que compartían con Tim.
Tim dormía desnudo, siempre, así que no fue una sorpresa cuando su cuerpo desnudo presionó tu espalda. Por lo general (y esta vez no era la excepción) optabas por una camiseta vieja y demasiado grande de Tim. Con su frente presionado contra tu espalda, un brazo larguirucho se deslizó sobre tu estómago y debajo de la camisa. Lo sentiste sonreír en tu cuello cuando presionó su mano en la parte inferior de tu abdomen y descubrió que no llevabas ropa interior. Un ligero gemido escapó de su boca cuando se presionó contra tu trasero. Sentiste su erección contra tu piel y, aunque estabas demasiado cansada para hablar te apretaste tu trasero contra él, lo que provocó que te tarareara un ligero "mmm" al oído.
Después de un largo viaje en avión, estaba cansado pero necesitado y se notaba simplemente por la forma en que sus resoplidos le hacía cosquillas en la piel tu cuello. No objetaste cuando su mano se deslizó más abajo presionando contra tu piel sensible. Levantaste la pierna ligeramente para darle un acceso más fácil a tu centro. Otra sonrisa de él en tu cuello cuando se dio cuenta de lo mojada que estabas. Dejaste escapar un gemido cuando comenzó a frotar círculos agonizantemente lentos y delicados contra tu clítoris. Esos dedos largos sabían cómo trabajarte de todas las formas que deseabas. Te encontraste agarrando las sábanas del colchón.
- Sé que estás cansada- susurró en tu oído- Yo también, yo solo...-
Lo sentiste moverse en la cama antes de que la punta de su polla rozara tu entrada mientras levantaba tu pierna un poco más,
- Solo tengo que estar dentro de ti-
Un gemido armonizado escapó de sus bocas cuando empujó completamente dentro de usted. No pudo evitar mover sus caderas y follarte lo suficiente como para que sintieras que el sueño que empañaba tu cerebro se desvanecía lentamente. Sus manos dejaron tu coño y se deslizaron hacia tus pechos mientras continuaba follando lenta y gentilmente. Se detuvo y te empujó más cerca de él, su polla se adentró más en tu coño. Te quejaste por la falta de movimiento.
- Shhh, cariño, duerme-
- Te necesito- lograste susurrar.
Te habías quedado dormido con él enterrado profundamente dentro de ti antes, pero por lo general primero te follaba sin sentido.
Lo sentiste respirar lenta y profundamente contra ti.
- Mmm, lo sé, cariño. Pero me quedaré aquí- se movió ligeramente empujándose aún más dentro de ti.
Gimoteaste levemente y él se rió entre dientes contra tu cuello.
Justo cuando empezaste a preguntarte cómo se suponía que ibas a quedarte dormido, con su polla tan deliciosamente dentro de ti, y sus manos acariciando tus pechos con ternura, sentiste una pesadez sobre ti y tus ojos comenzaron a cerrarse.
Cuando te despertaste esa tarde, él todavía estaba allí, dentro de ti. Estaba duro y anhelabas el placer sexual que no recibiste esa mañana. Te moviste contra él. Se agitó suavemente y gimió adormilado en tu oído. Continuó su movimiento en su polla hasta que tomó el relevo, follándose de manera apropiada y hambrienta.
- ¿Necesitas de mí hoy, t/n?-
Él sabía que lo estabas e iba a usarlo a su favor cuando te encontraras inclinada y te follara tan fuerte que tu cara se hundiera en el colchón. Te folló sin descanso, todo lo que deseabas hace unas horas te lo dio. Agarró tu trasero y se estrelló contra ti, tu cabeza se acercó más al borde del colchón hasta que tu cabello colgó de él.
Sus caderas tartamudearon cuando se acercó a su orgasmo y te sentiste palpitar a su alrededor. Deliciosos gemidos y una gran cantidad de susurros casi inaudibles escaparon de su boca. Sonidos que te hacían querer que te destrozara de nuevo. Te deslizaste sobre su polla de nuevo mientras te llenaba. Y otra vez mientras se retorcía y convulsionaba hasta colapsar detrás de ti otra vez.
Estaba en silencio y su respiración era profunda y lenta de nuevo. Intentaste alejarte de su todavía dura polla. Sus brazos se apretaron alrededor de ti sosteniéndote allí, tu coño estaba una vez más calentando su polla mientras los dos se quedaban dormidos.
