Esto está ambientado en el campamento, pero son mayores de 18 años.
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La hoja brilló de la forma en que solo una hoja nueva podría brillar. Admiré la nitidez, dando las gracias al chico de la cabaña de Hephestus que me lo devolvió.
- Ooo, mírate con tu elegante espada nueva- las palabras algo burlonas de Percy vinieron detrás de mí.
Rodé los ojos.
- Bueno, me partiste el último por la mitad, imbécil-
Me giré para verlo mucho más cerca de lo que esperaba.
- Un poco cerca, Jackson, es peligroso para ti estar a una distancia de apuñalamiento-
- No creo que tenga que preocuparme por eso, no podrías golpear a un muñeco de paja desde un pie de distancia-
Le sonreí.
- Tienes suerte de que tengamos la regla de 'sin poderes' cuando peleamos, o serías uno de los esqueletos que crío-
Se encogió de hombros, con un brillo descarado en los ojos.
- Está bien, señorita Attitude, usted y yo, en la arena después de la fogata, ¿suena bien?-
Me encogí de hombros, envainé mi espada y comencé a alejarme.
- Veré si estoy libre-
***
El campamento seguía animado incluso después de que se apagaran las llamas de la fogata, lo suficientemente animado como para que yo pudiera escabullirme de la multitud. Mi nueva espada envainada golpeó mi pierna mientras caminaba hacia la arena oscura.
Las sombras formaban formas extrañas contra las paredes, hubieran sido desconcertantes para cualquiera que no fuera un hijo de Hades. Hablando de, ¿dónde estaba?
- No pude resistir, ¿eh?-
Me giré, la espada desenvainada y la punta de la hoja terminó apuntando directamente a la cara de Percy.
- Esto termina cuando uno de nosotros desarma al otro-
Él sonrió.
- Todo negocios, nada de placer, pero está bien- se escabulló de mi espada y se movió hacia el centro de la arena.
Destapando Riptide, de repente empuñó una hoja de bronce en su mano.
- Vamos bebé-
- No me llames bebé-
Me abalancé sobre él, esquivando el corte que hizo. Mi espada cantó en el aire mientras apuntaba tácticamente a su muñeca, tratando de que soltara la espada.
