Resumen: eres muy terco, pero Derek está dispuesto a que escuches. incluso si toma toda la noche.
Intentaste quitarte el sueño de los ojos mientras mirabas la pantalla frente a ti. Miraste la hora en la parte superior de la pantalla y suspiraste. 12:32 a. m. Has estado trabajando en algunas asignaciones desde que te duchaste después de llegar a casa.
Con las finales a la vuelta de la esquina, se intentó no prestar mucha atención a la hora. Solo querías quitarte de en medio algunas tareas finales para tener suficiente tiempo para estudiar.
Tarareabas la canción que sonaba a través de los parlantes mientras escribías en el teclado.
Solo esto último... y listo.
Después de guardar rápidamente su progreso, salió de todo antes de cerrar la pantalla de su computadora portátil. Mañana volverías y corregirías cuando estuvieras bien descansado. Te levantaste de la cama, mirando la ventana abierta mientras pasabas junto a ella para dejar tu computadora portátil en el escritorio.
¿Dónde podría estar? A estas alturas pensabas que Derek estaría aquí, pero con toda honestidad, nunca sabías cuándo esperarlo. Normalmente sabía dónde estabas, pero no podías decir lo mismo de él. Derek Hale era el tipo del que todo el mundo te decía que te mantuvieras alejado. Él siempre había sido un poco raro, pero tú también habías sido un poco curioso. Aunque momentos como estos te hacían darte cuenta de algo de verdad en lo que decían, nunca importaba una vez que él estaba cerca.
Revisó su teléfono en el cargo, pero no había nada. Ningún mensaje. Pensó en enviar mensajes, pero rápidamente se pronunció en contra. No querías molestarlo. Además, no estaban juntos. Solo se estaban viendo. O tal vez amigos de mierda era un mejor término para describir tu situación, pero luchaste para aceptar usar a Derek solo por su cuerpo. Había más en ello de lo que cualquiera de ustedes quería admitir.
Independientemente de lo que ustedes dos fueran, no querían ser una plaga.
Devuelves tu teléfono a la mesita de noche antes de cerrar la ventana. Eso no te impidió preguntarte si estaba bien. Si no dejaba un mensaje por la mañana, lo comprobarías.
Duerme ahora, preocúpate después.
Jugueteaste con la cerradura por un momento. Estabas en guerra contigo mismo al cerrarlo en caso de que él apareciera. Sabías que cuando apareciera, te frunciría el ceño por dejarlo abierto.
Podías escucharlo ahora.
¿Tienes alguna idea de cuántos escalofríos hay por ahí?
Sonreíste un poco. Probablemente bastantes, pero solo uno sabía que su ventana siempre estaría abierta. Estabas preparado para discutirlo.
Te recostaste en la cama y te tapaste de nuevo con las sábanas. Amasaste un puñado de la camiseta de gran tamaño que llevabas puesta y te la pusiste sobre la nariz para absorber el olor. Tal vez habías ido demasiado lejos usándolo o tal vez debería haber sido más cuidadoso donde dejaba sus cosas. De cualquier manera, los buscadores se quedan. Te acostaste debajo de las sábanas cómodamente rodeada de su cálido aroma, dejando que el sueño te reclamara lentamente.
Solo unas pocas horas después, Derek estaba justo afuera de tu ventana. Sabía que llegaba tarde, pero había surgido algo. Pensó en enviar mensajes, pero algo le había dicho que al menos lo intentara. Ese algo que es su propia necesidad de verte. Después de un tiempo separados, tuvo que admitir que te extrañaba.
Esperaba que la ventana estuviera cerrada con llave y que ya estuvieras en la cama. Dada la hora, no le sorprendería. Lo que podría haber parecido un viaje desperdiciado para otros era seguridad para él. Empujó la ventana hacia arriba, deteniéndose por un momento cuando la ventana se movió debajo de sus manos. Tal vez estabas despierto después de todo. Ahora no sabía qué esperar, pero sin embargo se mantuvo en silencio para no despertar a su compañero de cuarto.
