Lector de Ron Weasley x Fem! Torcedura de tamaño, sexo con penetración, elogios, charla sucia.
Es cortito
- Abre tus piernas para mí, princesa- Ron murmura, sus manos pecosas se envuelven alrededor de tus muslos para separar las extremidades.
Dejas que se abran sin esfuerzo, tu respiración se entrecorta al ver a tu novio entre tus piernas, su larga y dura polla moviéndose contra su abdomen.
- Mira eso, agradable y húmedo. ¿Estás listo para mi polla?-
- Sí, Ron- exhalas, los ojos eclipsados por el negro.
Con tu posición, apoyada en los codos, puede ver tus pupilas dilatadas con una rápida mirada hacia arriba. Él sonríe, pasando un pulgar ancho a través de tus pliegues, la acción te hace temblar.
Luego se agarra a sí mismo por la base y arrastra la cabeza de su polla por tu raja. Tu humedad se acumula en su punta, mezclándose con el líquido preseminal allí y haciendo que la piel texturizada brille. Gimes suavemente ante la vista, las caderas inclinadas hacia arriba en una invitación instintiva.
No te hace esperar mucho, antes de que te des cuenta, está empujando hacia adentro, su gruesa polla estirando tus paredes dispuestas y envainándose perfectamente en tu canal. Tu cabeza cae hacia atrás, un hermoso gemido se derrama de tus labios y Ron lo repite con un gemido.
Z Maldita sea , eres tan cálido alrededor de mi polla. Tan jodidamente cálido y húmedo- él gruñe, la voz con ese tono tenso y gruñido que solo existe durante el sexo.
Hace que los dedos de tus pies se doblen y luego tu espalda se arquee mientras su punta se desliza sobre tu punto G.
- Sí , cariño, apriétate a mi alrededor así- gira sus caderas, golpeando nuevamente los nervios y haciendo que todo tu cuerpo se tense y tiemble- Se siente tan jodidamente bien. Tu vagina se siente como si estuviera hecha para mí-
- Tu polla encaja perfectamente dentro de mí- coincides con su sentimiento, asombrado por la forma en que parece encerrarte como un rompecabezas- Muévete, por favor. Necesito más-
- ¿Sí? Te daré más, cariño- murmura.
Se inclina hacia abajo, su cuerpo te guía hacia abajo desde los codos hasta que estás acostado boca arriba, con la cabeza acunada por almohadas. Apoya los antebrazos a cada lado de tu cabeza y levanta las caderas antes de volver a bajarlas, y la sensación es deliciosa .
- Oh , dioses , solo así- jadeas, los ojos en blanco, el placer es tan intenso que es como fuegos artificiales estallando en tu vientre.
Ron gruñe, girando su cuerpo rítmicamente, sus músculos tonificados se ondulan, haciéndote sentir decididamente agradecido por su atletismo.
Su forma sudorosa se balancea junto con la tuya, su cálida piel al ras de tu cuerpo, sus labios descienden para explorar tu boca. Se traga el gemido que dejaste escapar cuando su pelvis roza tu clítoris justo, riendo contra ti por tu sonido descarado.
Pronto sientes que tu placer aumenta, escalando hacia ese pico familiar, y tus dedos suben para agarrar desesperadamente los anchos hombros de Ron. Tus uñas se clavan en las salpicaduras de pecas que hay allí.
- Ro...Ron- tu voz es aguda y temblorosa- Voy a-
- Córrete para mí- él gruñe, las caderas se mueven hacia arriba con un nuevo fervor a medida que se acerca su propio orgasmo- Quiero sentir tu coño apretarse-
Las palabras bajas son suficientes para empujarte al límite. Gritas ante la dichosa caída libre, tu mente rebosa de éxtasis y tus nervios encendidos por el éxtasis. Tus oídos están demasiado llenos de algodón para registrar el gemido de Ron, pero puedes sentir la forma en que sale disparado hacia tu interior almibarado, su semen caliente y espeso dentro de ti.
- Joder- está sin aliento por haberse corrido hace unos segundos, sus brazos cediendo y dejándolo colapsar sobre ti.
Gruñes suavemente por el impacto, su cuerpo más grande empequeñece al tuyo.
- Eres demasiado pesado- gimoteas, manos empujando perezosamente los hombros de Ron.
- Bien bien- pasa los brazos por debajo de tu espalda para poder darte la vuelta, acomodándote sobre su pecho, con su polla blanda todavía descansando dentro de ti- ¿Mejor?-
- Mhm- canturreas con satisfacción, dejando que tus ojos se cierren mientras él te acuna en sus brazos- ¿Quieres quedarte así?-
- Sí, por un tiempo más- murmura, presionando un tierno beso en la coronilla de tu cabeza- Eres tan cálido-
