Bill Kaulitz-Cantante

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Resumen: Estás de compras con Bill y comienzas a molestarlo por desesperación, pero su reacción solo hace que te apartes por un rato
 

(Feliz Halloween, navidad y año nuevo atrasado)

- ¿En qué isla está?- te pregunta Bill mientras empuja el carrito lleno de ingredientes aleatorios para tu cena.

Bill acababa de regresar de su gira por Europa y ahora pasaba casi todo su tiempo contigo, y esto incluía averiguar qué había para la cena.

- ¿Pienso en el de arriba...?- dices mientras señalas la isla de arriba.

Él asiente y te sigue detrás.

Bill se había ido por un tiempo, y ustedes dos no habían tenido sexo en mucho tiempo. Como prefiere tener largas horas de placer constante y rondas, valora el tiempo de sexo. Al igual que tú, pero recientemente lo has estado necesitando tanto que le dabas tantas pistas que parecía que no podía ponerse al día. Entonces, en este punto, lo has estado molestando públicamente para que, con suerte, deje caer la indirecta.

El hombre alto se agacha para mirar las especias en el estante, y lo tomas como una oportunidad para jugar un poco con su cabello. A Bill le gustaba mucho cuando tirad de su  cabello, así que cuando sintió que tirabas ligeramente de sus mechones castaños, te miró a través de sus pestañas con una mirada confundida.

- ¿Qué?- ​​te ríes antes de acariciar su cabeza de nuevo.

Bill sabe que a ustedes dos no les gusta mucho lo cursi, así que comenzó a preguntarse por qué estabas siendo tan sensible con él de repente. Sobre todo con su pelo.

- ¿Me estás tirando del pelo...?- se burla antes de tomar una botella de alguna especia al azar y examinarla- ¿Es este?- Él te mira con ojos de gacela, solo excitándote más.

- Oh sí. Ese es el indicado- dices con una leve sonrisa.

Una vez más, levanta una ceja confundido, pero ignora tu comportamiento. Se pone de pie, coloca la botella al lado de la otra bolsa de verduras y continúa por el pasillo contigo.

Mientras camina, juegas con los anillos en sus dedos y sus pulseras. Asegurándote de que sintiera las yemas de tus dedos rozar su suave piel, exageraste tus movimientos contra él. Él te observa, dándote una pequeña mirada de soslayo por tu comportamiento exagerado, pero una vez más lo ignora y continúa por el pasillo contigo.

- Y necesitamos... eh- saca la pequeña lista de comestibles de su bolsillo trasero- Aceite de oliva-

- Ya tenemos aceite de oliva en casa- afirmas.

Solo querías que Bill entendiera la indirecta y te llevara a casa de inmediato para hacer Dios sabe qué contigo.

- Cariño- se ríe- No, no lo hacemos. Tú eres el que escribió esto, ¿ves? Es tu letra-

- Bueno, yo digo que sí. Date prisa- haces un puchero antes de ponerte de puntillas e inclinar la cabeza contra su hombro.

Él te mira y se ríe.

- ¿Por qué tienes tanta prisa de repente?- pregunta en voz baja.

A estas alturas, él cree que sabe lo que está pasando. Realmente le encanta que le jalen el cabello, incluso si es discreto, y no hay duda de que esa fue la única pista que se lo hizo saber.

- ¿Algo está pasando?-

Suspiras dramáticamente y susurras una respuesta suave en su oído:

- No es nada, Billy- te alejas y te adelantas a él con un pequeño balanceo en tus caderas, realmente tratando de captar su atención ahora.

One shot- Smut ||Where stories live. Discover now