Advertencias: obscenidad, sexo oral masculino que recibe , amigos con beneficios
- Necesito que alguien me la chupe, ha pasado demasiado tiempo, ¿sabes?- preguntó Sirius, y levantaste la vista de tu libro, un poco sobresaltado.
Eso había salido de la nada, pero estabas dispuesto a ver cómo iba esta conversación. Continuó pasando sus dedos por su cabello mientras hablaba. Él era tu mejor amigo, ni siquiera debería haber estado en tu mente, pero rápidamente te diste cuenta de que esa era una necesidad que podías llenar. Realmente no te importaría... Demonios, incluso lo querías .
- Sí. Lo entiendo- tragaste con dificultad antes de hablar, preparándote para un gran rechazo- No estoy… viendo a nadie en este momento. Podría, si quieres- dijiste, y él se incorporó de repente, mirándote con marcada curiosidad.
Se acercó más, colocando una mano en tu muslo, haciéndote saltar.
- ¿Está segura?- preguntó, y usted asintió sin pensarlo dos veces.
Te habías preguntado cómo sería Sirius en la cama desde hace un tiempo, también podrías averiguarlo al menos un poco , ¿verdad? ¿Averiguar de qué se trataba todo este alboroto?
- Sí- dijiste, y su mirada se suavizó por un momento y se inclinó, presionando su frente contra la tuya.
- Esto podría joder nuestra amistad, t/n. Y no puedo perderte, me perdería a mí mismo- dijo, y suspiraste, alejándote de él mientras sentías que tu corazón latía con fuerza en tu pecho.
Falsa confianza, ¿verdad? Te pusiste de rodillas frente a él, pasando tus manos por sus muslos.
- Es sólo una mamada, Sirius. Deja de ser tan dramático-
Le desabrochaste el cinturón y los pantalones, haciendo que levantara las caderas para bajarlos alrededor de los tobillos. Después de eso, le bajaste los bóxers hasta que su pene salió disparado, golpeando contra su estómago. Envolviste tus manos alrededor de él, mordiéndote el labio.
- Joder, eres grande- murmuraste, sacudiéndolo en tu mano, sintiendo las venas presionando contra tu piel y preguntándote cómo se sentirían en otros lugares.
- ¿Estas seguro acerca de esto?- él preguntó, y usted asintió.
Sí. Literalmente, no había ningún otro lugar en el que preferirías estar en este momento.
- Estoy 100% segura de esto- sacaste la lengua, lamiendo la punta- Sabes bien- murmuraste, y su cabeza se inclinó hacia adelante ante esto, su pecho subía y bajaba.
Merlín, ¿cuánto tiempo había pasado para él?
- Oh, Dios mío...- él gimió, y tú lamiste el costado de su polla, chupando la punta por un momento antes de mirarlo de nuevo.
- Puedes ser rudo, me gusta- dijiste, y lo tragaste por tu garganta, haciendo que dejara escapar un gemido mientras enredaba sus dedos en las sábanas, respirando pesadamente.
Se te estaba ocurriendo ahora que ninguno de los dos había lanzado un hechizo silenciador y tus amigos estaban afuera de la puerta, pero no te importaba.
- Joder, nena. Te ves tan bien tomándome así-
Sirius dejó caer la cabeza hacia atrás, las venas de su cuello se flexionaron mientras movía sus caderas contra tu cara. Te atragantaste a su alrededor, pero a él no parecía importarle, en todo caso se sumó a lo que estaba sintiendo. Recogió tu cabello en una cola de caballo y miró hacia abajo, con una sonrisa torcida en su rostro.
- Voy a joderte la garganta, ¿de acuerdo?- preguntó, y asentiste, agarrándote de sus caderas.
Bajó su otra mano para empujar más tu cabeza, haciéndote vomitar alrededor de él otra vez mientras metía su polla en la parte posterior de tu garganta. Las lágrimas se formaron en las esquinas de tus ojos mientras clavabas tus uñas en sus caderas, respirando temblorosamente por la nariz. ¿Por qué ustedes dos no habían hecho esto antes?
- Joder, nena... Voy a hacer esto todas las noches, se siente demasiado bien para ser algo de una sola vez- él gimió.
Frotaste tus muslos mientras intentabas tomarlo más profundo, sintiendo tu nariz presionar contra su pelvis.
Dejó escapar un gemido largo y gutural, sosteniendo tu cabeza allí mientras empujaba sus caderas hacia arriba con dureza, jodiendo tu garganta. Después de un momento te alejaste, tosiendo. Una delgada línea de salvia conectó tus labios con su pene y él te sonrió, rozando su dedo sobre sus labios. Lo llevaste a tu boca, pasando tu lengua por las yemas de sus dedos. Él emitió un murmullo de aprobación.
- Te ves destrozado, oh mierda.
Lo llevaste a tu boca, pasando tu lengua por las yemas de sus dedos. Él emitió un murmullo de aprobación.
Dijo, y sonreíste, tragándolo por tu garganta una vez más, moviendo la cabeza hacia arriba y hacia abajo para seguir su ritmo. Querías probarlo, querías ver cómo se veía cuando se corriera... estaba caliente, sabías que tenía que serlo. Todo lo que hizo Sirius Black estuvo jodidamente caliente . Después de otro minuto de su ritmo brutal, sus caderas comenzaron a tartamudear y tiró de tu cabello, tratando de sacarte pero aguantaste. Querías probarlo.
- Mierda, me voy a correr… me voy a correr-
Levantaste la cabeza y tosiste, mirándolo a los ojos.
- Córrete en mi garganta- dijiste, y sus ojos se agrandaron mientras miraba entre tus labios y tus ojos.
- ¿Eh?-
- Te quiero probar- dijiste, y volviste a estar sobre él, tragando saliva mientras movías la cabeza hacia arriba y hacia abajo, escuchando sus gemidos aumentar antes de agarrar tu cabello frenéticamente, sujetándote.
- Mierda . Oh... ¡Oh, t/n! Joder...-
Te tragaste su semilla frenéticamente, dejando que te sujetara hasta que terminó
- Merlín, eso estuvo caliente- dijo mientras te quitabas y te limpiabas la boca, dándole una gran sonrisa.
- Sí, lo fue-
Sirius tiró de ti, empujándote hacia abajo sobre el colchón mientras se acomodaba entre tus muslos con una sonrisa. Tu corazón se aceleró cuando lo miraste, una vista que nunca pensaste que tendrías.
- Ahora...- empujó tus bragas a un lado- Tu turno-
-¿ Sirius? Compañero, tenemos que empezar la reunión-
Ambos soltaron un gemido ante el sonido de la voz de James. Basta con decir que eso arruinó el estado de ánimo. Se enderezó, tirando de su cabello hacia arriba con su varita.
- Joder, ese soy yo… Quédate aquí, amor. Te devolveré el favor más tarde- dijo.
Tú sonreíste, poniéndote de pie para darle un abrazo después de que se abrochó los pantalones una vez más.
- Te obligaré a ello- se inclinó mientras tú te alejabas, poniendo una mano en su pecho.
Necesitabas enjuague bucal antes de que pudiera besarte.
- Oh, tengo que lavarme la boca-
Sirius ahuecó tus mejillas, tirando de ti en un simple beso silenciador.
