Peeta Mellark-Los Juegos Del Hambre

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Advertencias: obscenidad con literalmente 0 trama, torcedura de reproducción, torcedura de lactancia leve, creampie, calentamiento de polla

Peeta estaba en la cocina cortando el pan caliente que acababa de sacar del horno. La luz del sol entraba, iluminando su figura. Te paraste por un momento, disfrutando de la paz y la vida que habían construido juntos después de la guerra. Se volvió con dos rebanadas de pan y te vio en el marco de la puerta. Rompió en una sonrisa.

- Buenos días hermosa- dijo, caminando hacia ti.

Envuelve sus brazos alrededor de tu cintura balanceándose contigo en el sol de la mañana que se filtra por las ventanas. Le sonríes y le plantas un beso amoroso en los labios. Juntos se sientan a desayunar en la mesa del comedor.

- ¿Alguna vez sientes que está tranquilo por aquí ahora?- Peeta dice rompiendo el cómodo silencio.

- ¿Qué quieres decir?- preguntas, aunque crees que puedes tener una idea de lo que quiere decir después de todo.

- Quiero decir, con la guerra terminada, solo he estado pensando...-

- ¿Sobre una familia?- preguntas, mirándolo con adoración.

Levanta la vista encontrándose con tu mirada, sonríe, sus mejillas sonrojadas de felicidad.

- Sí, sí, sobre una familia- responde.

Te inclinas hacia adelante capturando sus labios con los tuyos, incapaz de resistir la dulce sonrisa en su rostro.

- Peeta, por supuesto que quiero una familia contigo, serías un padre increíble- le dices, alejándote y mirándolo a los ojos una vez más.

De repente, te levanta sobre su hombro y camina de regreso a tu dormitorio. Te ríes, pateando tus pies salvajemente.

- ¡Peeta! ¡Bájame!- te ríes.

Te arroja sobre la cama y se sube encima. Te pinta la frente a besos riendo contigo.

- Dios, solo puedo imaginarte, embarazada de mi bebé-dice con voz aturdida.

Envuelves tus brazos alrededor de su cuello tirando de él en un beso apasionado. Lo profundiza aún más, agarrando tu cara con fuerza. Sientes que su longitud crece en los pantalones de su pijama contra ti. Te alejas y le sonríes.

- Esto no te está excitando, ¿verdad?- dices juguetonamente, burlándose de él.

- Shhh- responde, silenciándote con otro beso.

Se quita la camisa por la cabeza antes de volver a inclinarse. Pasas tus manos por su cálida espalda, sintiendo cómo se mueven sus músculos cuando te toca. Se mueve hacia tu cuello, chupando y mordisqueando la piel suave y sensible. Él tira de la camisa de tu pijama, tú obedeces y la tiras al suelo. Se queja, al darse cuenta de que no llevas sostén.

- Joder T/N, quiero que tus tetas se hinchen con leche para mí, dulce niña- Murmura sombreando tu pecho.

Él lame tu pezón derecho antes de succionarlo con firmeza. Sus manos suben para apretar tus pechos.

- No puedo esperar para llenarte con mi semilla, ver cómo te hinchas- gemiste ante sus palabras, moliendo contra él.

Saca su gruesa polla, bombeándose lentamente. Te bajas las bragas y abres las piernas para él.

- ¿Quieres que me corra profundamente dentro de ti y te folle mi semen, cariño?- Peeta dice sombríamente, alineándose con tu agujero de remojo.

- Por favor, Peeta, quiero que me des un bebé- con estas palabras te embiste, sus pesadas bolas golpeando tu trasero.

Él se retira lentamente antes de empujarte con fuerza y ​​dureza. Gimes ante sus movimientos, su polla golpeando tu punto dulce una y otra vez. Deslizas tu mano hacia tu clítoris, frotándolo furiosamente. Tus piernas tiemblan de placer mientras te folla, el sonido de sus embestidas llena la habitación.

- Voy a hacerte mía en todos los sentidos cariño, ¿no puedes ver lo hermosa que te verás? Todo alrededor con mi bebé- gruñe Peeta, inclinándose para chupar tus pezones de nuevo.

Él muerde suavemente, enviándote al borde. Golpeas y corcoveas salvajemente contra él, ordeñando su polla. Tus paredes revolotean a su alrededor, Peeta echa la cabeza hacia atrás en éxtasis, su cálido semen te llena. Te folla a través de tu subidón, pero continúa empujando su semilla profundamente en tu agujero como prometió. Después de unos cuantos golpes bruscos más, se recuesta frente a ti sin retirarse.

- Voy a quedarme dentro, dulce niña, asegúrate de criar tu pequeño y apretado coño-  susurra, apartando el cabello de tu cara. Te aprietas a su alrededor ante sus palabras antes de besarlo profundamente.

- No puedo esperar, Peeta, no puedo esperar- murmuras soñadoramente contra su pecho

One shot- Smut ||Where stories live. Discover now