Advertencias: nsfw, obscenidad, larga distancia, charla sucia, juguetes sexuales, vibradores, estimulación del clítoris, masturbación, correrse en los pantalones, masturbación con la mano sobre los pantalones, sexo comlink, digitación, juguete con control remoto, torcedura de voz
Aprietas las piernas para cerrarlas, una fina capa de sudor cubrió tu cuerpo mientras apretaba las caderas contra la cama, la orden suave y gruñona de Bruce se le quedó pegada al oído:
- Aférrate a ese sentimiento, cariño. No lo sueltes todavía-
- ¿Vas a estar en casa pronto?-
No obtuviste una respuesta de él de inmediato, solo medio zumbido, medio gemido.
- Entonces, ¿puedo al menos...?-
Una oleada de placer recorrió tu cuerpo cuando sentiste las lentas vibraciones del juguete sumergirse profundamente en tu coño.
- Bruce- te quejaste en el comunicador.
Cuando comenzó este pequeño juego, te divertías escuchando su voz y sus órdenes.
- Quítate la ropa. Chupa tus dedos. Gime para mí. Quiero escuchar los bonitos sonidos que hace tu coño cuando está lleno. Mantén las piernas abiertas. No toques en ningún lado a menos que yo lo diga-
Lo escuchaste maldecir en voz baja, seguido por el automóvil que se desplazaba por las calles y alguien gritando por Batman. Tan frustrante como era que él no estaba aquí ahora, sabías en lo que te estabas metiendo cuando empezaste a salir con él. O más bien cuando te habló de su identidad.
- Te echo de menos aquí- lograste decir entre respiraciones cortas mientras girabas sobre tu espalda, apretando tu coño alrededor del vibrador y cayendo contra la cama, sintiendo tus muslos golpear la humedad del colchón- Ojalá pudiera chuparte la polla ahora mismo-
Una vez más hubo silencio en el otro extremo.
- Elige cualquier consolador que quieras, cariño, dime qué quieres hacerme- al azar buscaste en el cajón al lado de tu cama y tomaste el primero que tocó tu mano.
Del mismo tamaño que Bruce, ligeramente bronceado y afortunadamente completamente duro.
Te llevaste el juguete a la boca y lamiste un círculo alrededor de la punta.
- Quiero besarte desde la cabeza hasta las bolas. Tenerlas en mi mano y sentir lo pesadas y llenas que están del semen que me darás pronto-
Bruce gimió, seguido por el zumbido del vibrador encendiéndose de nuevo.
- Quiero seguir esa vena gruesa con mi lengua hasta llegar a la punta donde besaría el semen. Tomaría la punta y continuaría hasta que llegara a la parte posterior de mi garganta. Te dejaría Usa mi boca como un juguete-
- Serías un juguete perfecto-
Gemiste por el elogio, haciendo con el consolador exactamente lo que dijiste que le harías a él, asegurándote de que escuchara lo húmedo que lo estabas haciendo, cómo gemías, te ahogabas y gimoteabas a su alrededor.
- Más rápido que eso- no sabias si se refería a follarte la boca o subir el vibrador, era lo mismo para ti, ya que disfrutabas de ambos- Te ves tan bonita con la boca llena de polla-
Oh, es cierto, Bruce tiene cámaras en la mansión. Al principio los usó solo por seguridad, aunque esta vez fue más para un show privado. Si lo que querías era un programa, entonces le ibas a dar el mejor que había visto en su vida.
- Quiero más- exigiste mientras dejabas caer una mano sobre tu clítoris, moviéndolo y presionándolo, lanzando tu espalda de la cama.
Seguiste chupando la polla, gimiendo lascivamente. El siguiente conjunto de vibraciones fue repentino, aumentando en intensidad, haciendo que tu cuerpo se estremeciera de placer, y luego se detuvo por completo.
- Estoy tan cerca- casi lloras alrededor del consolador.
- No creo que te haya dicho que lo hagas. ¿Lo hice?-
Tu cuerpo ardía de deseo, estabas segura de que podía ver lo mojada y desesperada que estabas.
- ¿Por qué no puedes hacer lo que digo? ¿No quieres venir?-
El vibrador se encendió de nuevo a la máxima velocidad, se apagó y luego se volvió a encender varias veces. Tu placer seguía siendo arrancado de ti una y otra vez.
- ¡Sí! ¡Quiero correrme! ¡Por favor! ¡Déjame correr!- no te importó gritar ya que la habitación estaba insonorizada hace mucho tiempo.
- Mejor- el vibrador se redujo a un zumbido constante y agradable- Sácalo, quiero ver tu lengua trabajar mientras lo limpias. Ni se te ocurra cerrar las piernas-
Todas sus instrucciones fueron rápidas y precisas, pero su voz mantuvo ese tono suave y ronco, con solo un pequeño rasguño. Más que cuando empezaste. Podrías imaginarlo palmeando su pene sobre su uniforme, masajeándolo mientras te mira en el video.
Tu coño no quería soltar su única fuente de plenitud. Gemiste y resoplaste mientras sacabas el juguete, estaba absolutamente empapado con tu resbaladizo.
- Esta podría haber sido tu polla. Desearía que fuera tu polla dentro de mí-
Ante eso, Bruce soltó una risita suave.
- Quiero probarme en tu polla- sueltas mientras tu lengua lamía una larga raya a lo largo del juguete, gimiendo deliberadamente en voz alta cuando el sabor golpeó tu lengua.
- Caderas hacia arriba. Quiero una buena vista de ti-
Y sabías exactamente por qué era eso. Tu coño revoloteaba alrededor de la nada, dolorido y necesitado de ser llenado con su gruesa polla.
- Hermoso- su voz muy baja ahora, al borde de un gemido- Tres dedos en cariño. A la vez, no más bromas contigo-
Por alguna razón, esto se sintió más como una amenaza que como una promesa.
La respiración de Bruce se hizo más profunda por el comunicador, y por un momento juraste que escuchaste el sonido de una cremallera bajando. Tal vez solo era tu imaginación jugando contigo, no importaba en este punto, metiste tres dedos profundamente y continuaste como si tu vida dependiera de ello, el vibrador cayó a tu lado mientras gemías con todo tu corazón, el nombre de Bruce. apenas reconocible por tu balbuceo.
- Mi hermosa niña, haciendo lo que le digo. Quieres ser buena, pero la verdad es que eres más puta que algunas de las mujeres por las que pagué. Y yo soy el único que llega a saber tu pequeño secreto-
Gimoteaste y asentiste furiosamente.
- Estás tan cerca de conseguir lo que quieres, tan cerca de conseguir esta polla-
Entonces gimió y te envió al límite, finalmente te trajo la dulce liberación,
- Sigue adelante, no te atrevas a parar hasta que llegue allí-
- ¿Adónde?- Bruce tarareó antes de resoplar tu nombre.
Cerraste los ojos y lo viste encima de ti, con los músculos tensos y los abdominales húmedos por tu orgasmo.
- Por favor, ven. Por favor, Bruce. Por favor, por favor. Quiero oírlo-
Apretaste los dientes mientras tus dedos seguían trabajando tu sensible coño, adentro y afuera sin absolutamente ninguna resistencia.
- Bruce- gimoteaste una vez más antes de ser recompensado con un gemido de él.
Tu coño se apretó alrededor de tus dedos otra vez, si él estuviera aquí lo ordeñarías tan fuerte.
No, ibas a ordeñarlo fuerte, compensar cada gota que desperdiciaba.
- ¿Cuánto tiempo?- respiraste pesadamente.
- Alrededor de 5 minutos si me doy prisa- varios botones sonaron.
- Date prisa. O puedo que vuelva a ser una chica mala- lo desafiaste, mirando deliberadamente en la dirección del vibrador y el consolador resbaladizos.
- Entonces serás castigada en consecuencia- una vez más, esto se sintió como una amenaza.
Con una sonrisa, tomaste el consolador y frotaste la punta sobre tu clítoris hinchado, las caderas temblando cada vez.
- Haz tu peor venganza-
