Capítulo №15

212 29 4
                                    

Tuve que cancelar el after de hoy con Jane y los chicos de la oficina, no podía perderme la invitación especial de esta noche, y after podemos hacer en cualquier momento. Mi nueva amiga no se ofendió y me alegró la tarde que usé para arreglarme.

Hoy quise verme distinta, estoy un poco cansada del cabello suelto, así que decidí hacerme una coleta en lo alto. También quise vestirme con un crop top de mangas largas color blanco y una falda de cintura alta y súper corta color negra, y por último unas sandalias de plataforma. No es que me vaya a poner tacones, no los soporto toda la noche.
Al mirarme al espejo me encanta cómo me queda, rara vez me arreglo así ya que no tengo muchos lugares donde vestirme tan vulgar. Porque sí, estoy algo bulgar, pero es la gracia de todo esto, ¿verdad? Eso y bueno, llamar la atención de Et.
Pagará lo que me hizo en el ascensor. Marian me mira y sonríe, está sentada en la cama ya lista y me pongo frente a ella para dar un giro y esperar el veredicto. Vendrá conmigo a ver a Et, la verdad es que aún no termino de creer lo que voy a ir a hacer, es como ver a animales lastimándose.

—Hermosísima —anuncia y se pone de pie.

Lleva un vestido color negro sumamente pegado al cuerpo, corto y escotado, tacones altos y su largo cabello platino, planchado y suelto. Ella sí es una bomba, cuando le comenté de la pelea y el lugar donde se haría, ni tuve que especificarle lo que debía ponerse, ambas sabemos el ambiente que es.

—¿A dónde mierda creen que van vestidas así? —inquiere Tobías a mis espaldas.

Me giro y lo veo de brazos cruzados en el umbral de la puerta. Su expresión de enojo me avisa que tendré mucho trabajo para convencerlo. Resoplo y busco mi brillo labial, no me he maquillado mucho, tampoco quiero pasar por buscona...
«Tarde».

—No tenemos nada de malo —Le respondo y me encojo de hombros.

Tobías abre los brazos de par en par y parece querer formular palabra, mas no puede. Me posiciono junto a Marian y entrelazo mi brazo con el suyo dispuesta a no cambiarme de ropa.

—¿Acaso no sabes lo que es ese lugar? —cuestiona como un desquiciado llevándose los dedos a la sien y masajeando la zona—, ¡voy a tener que agarrarme a golpes toda la noche! —exclama peor que antes.

—No habrá problemas, Tobías —interviene Marian—, relájate que no somos niñas —Le pide amable—, ya vámonos, es tarde.

Tobías asiente con cara de resignación y suspira, seguido me observa de arriba a abajo y parece pensar en algo.

—¿No puedes ponerte algo que te cubra más? —ruega pero niego segura y comenzando a molestarme.

—Mejor me quedo —aviso, Marian se aparta y me mira como si hubiese dicho una blasfemia.

—¿Qué? —inquiere exasperada y asiento confirmando.

—La verdad es que no tengo ganas de ir de todas formas —agrego y me quito las sandalias.

—Espera, July —pide Tobías mientras se acerca—,  vamos, no te joderé más.

Me mira con cara de perro regañado y asiento satisfecha, vuelvo a colocarme las sandalias. Sabía que eso funcionaría.

—Ya vámonos —accedo y nos retiramos de la habitación.

En el corto camino hasta el antro vamos escuchando la música y las repetitivas indicaciones de Tobías. No puedo evitar ponerme nerviosa, y no por lo que dice mi hermano de las peleas y todo eso, sino de pisar una vez más el antro, recordar las mejores y las peores cosas que viví ahí. Sobre todo con Ethan, Dios, cierro los ojos y recuerdo todo, ese lugar junto al puerto tienen historia guardada con ellos.

Castigo Caos#2 Where stories live. Discover now