Capítulo №32

186 34 4
                                    

—¿Cómo es que sales sin maquillar? ¿Estás loca o qué? —inquiere Jane y bebe su tercer trago.

—Ya te he dicho que estoy cansada, tengo frío y quiero meterme a la cama —Le recuerdo—, pero habíamos quedado en salir, si te cancelo luego ni tu abuela te soporta.

Chasquea la lengua y bufa. 

—Qué perra estás, si ibas a quedarte comiendo helado y acariciando a tu gato, por lo menos aquí podemos conocer a algún galán —propone y hace ese bailecito raro.

Suspiro.

—Es que para lo único que se te acercan es para cogerte y en la mañana ni te saludan cuando se van —replico y frunce su entrecejo.

—No todos son así —contradice—, además, sólo has dormido con dos chicos que encima eran tus novios, ¿cómo sabes?

—Es lo que siempre me cuentas que hacen contigo —resumo y resopla como una bestia—, y ya me siento bastante mal con mi situación como para encima soportar el desprecio de un desconocido.

—Tal vez, pero me divierto, si los chicos lo hacen ¿por qué yo no?

Asiento dándole la razón.

—Yo no lo veo mal —explico—, de hecho me gusta que te sientas así, me gustaría poder hacerlo también, pero no puedo, no es mi esencia y además se me hace imposible meterme con un chico cuando estoy enamorada de otro.

—El amor es una verga, Jul.

Asiento afirmando.

A veces me cuestiono lo que Ethan hace a mis espaldas, es decir, no como engaño —puesto que no estamos juntos y casi ni una relación tenemos—, sino de lo sentimental, porque yo sé que estoy enamorada y en mi mente no entra otra persona que no sea él, ni siquiera para sexo de un rato. Mi interrogante es si a él le sucede lo mismo, si a pesar de aceptar que me ama, aún así pueda llegar a tener sexo con otras personas.

—Jane —Llamo su atención y me la presta—, ¿crees que Ethan sí tenga sexo con otras chicas?

Frunce sus labios y su mirada se desvía al techo, parece pensarlo.

—Sí, sí lo creo.

—¿Aunque me quiera a mí? —inquiero con desespero y asiente con pena.

—Es un hombre, y no generalizo, pero ellos al igual que nosotras, tienen un sexto sentido, y ese es separar el sexo del amor, Ethan te ama y piensa en ti y todo eso, pero cuando siente ganas de colocarla, se pone en modo instintivo, y eso es cogerse a lo que tenga enfrente, lo más seguro es que luego se arrepienta, pero el polvo ya se lo echó y está satisfecho.

Alejo mi cerveza y siento mi estómago revolverse. De sólo pensar que otra mujer pone las manos encima de Et, me dan ganas de ir a buscarlo y encerrarlo en mi casa. Quiero creer que Et no hace eso, si sus sentimientos son verdaderas podría aguantar como lo hago yo, también tengo ganas y necesidades como cualquier otro ser humano.

—No te comas la cabeza —pide ella y acaricia mi brazo sobre la mesa—, si lo hace, déjalo, no pienses, cuando regresen oficialmente no lo hará más.

—De verdad que tus palabras no me ayudan —espeto y acomodo mi cabello, mi cabeza comienza a latir con fuerza.

—Relájate. Mira a ese guapo de la barra —Señala a sus espaldas.

—Es el mismo que Marian quería que me tirara —Le cuento.

—En ese momento sólo debes pensar en la guapura que tienes enfrente, borra al mal nacido de tu mente y listo.

Castigo Caos#2 Where stories live. Discover now