Capítulo №28

175 39 6
                                    

—Dame otro trago —Le exijo a Chris al otro lado de la barra.

Frota mi brazo y ríe.

—Ya bebiste demasiado.

—Tengo sed y estoy aburrida —Me quejo.

He venido al club de salsa pero solamente a ver, por más que en estas dos semanas el pie ha sanado a la perfección y hasta puedo caminar con normalidad, cuando quise bailar un poquito sentí un pinchazo y por consecuencia se me ha inflamado. Ahora me encuentro viendo, frustrada y encima un poco bebida.

—Una más y luego que tu amigo te lleve a casa.

Hago una mueca y sonrío falsamente. Cuando me entrega el ron desvío mi vista y observo a Jesse llegar hasta mí.

—Muy divertido —Se burla.

Él ha estado bailando todo el rato, y por más que lo hace mal, se divierte y ahora se burla de mí por no poder hacerlo. Toma asiento a mi lado y me hace cosquilla para picarme.

—No me toques, estás sudado —espeto y suelta otra carcajada.

—Es verdad, hace mucho calor aquí. Vámonos a algún lado —pide en serio.

Termino por hacerle caso, salimos del lugar y nos dirigimos a mi auto. Jesse tiene moto y como íbamos a beber decidimos que lo pasaba a buscar por su casa. Él conduce, decidimos que me lleve a casa, quiero estar con el aire y aprovecho a que Tobías no está, ha salido a cenar con la misteriosa chica que anda.

—¿Tienes piscina? —consulta él.

—Sí, pero no nos meteremos —Le advierto, me mira de soslayo y sonríe de lado.

—¿Por qué no?

—Porque no quiero que me violes.

—No es violación si lo disfrutas.

—Mejor te llevo a tu casa —bromeo.

—Tranquila. Soy un chico decente.

Hasta ahora eso me ha demostrado, en todos estos días se ha portado genial. Casi siempre almorazamos juntos y algunas veces tomamos algo por ahí. Me cae muy bien, es una buena compañía y espero que a futuro: también amistad. Es como con Chris, no le veo nada de malo.

Llegamos, bajo del auto y tras saludar a la vecina chusma que se encuentra fuera de su casa por el calor, camino con dificultad por la acera con los altos tacones. No debería habérmelos puesto.

—Toma las llaves —habla Jesse desde atrás y me giro para tomarlas.

Cuando vuelvo a girarme para la puerta de mi casa, detrás de la columna del pórtico y apoyado junto a ésta, encuentro a Et cruzado de brazos.
Por un momento me detengo, pero instantáneamente recobro el caminar y me acerco, miles de cosas pasan por mi cabeza, como por ejemplo, que no sabía que había llegado, ¿qué hace aquí a esta hora? También recuerdo que traigo a Jesse conmigo, el recién nombrado se aclara la garganta ante la presencia de Et pero no se achica.

—Hola, Et —Me acerco a saludarlo con notoria incomodidad.

—Castaña —Se endereza de su postura y me abraza, besa mi mejilla con intensidad y me pierdo en este momento.

Jamás pensé que me saludaría así. Cuando me aparto no puedo dejar de verlo, le sonrío y él a cambio. Pero por un momento veo a Jesse mirar a sus pies y balancearse sobre ellos.

—Qué bueno que has vuelto ya —comento iniciando la conversación—. Hemos salido a beber algo y tuve que volver por mi pie —Me quejo señalándolo.

Castigo Caos#2 Where stories live. Discover now