Parte 17

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Al día siguiente, Betty se aseguró de que no hubiera nada por hacer antes de pedirle la tarde libre a don Armando, quien no se hizo ningún problema.

Cuando el doctor Becerra la vio con su nuevo look, se quedó sin palabras. Betty le explicó sobre su cambio de look y por qué no se había dejado ver así más frecuentemente, lo que él entendió y no le hizo más preguntas al respecto.

En cuanto al préstamo, analizó el proyecto que le presentó Nicolás y se dio cuenta que estaba muy bien elaborado por lo que aceptó darle vía por los canales oficiales, pero estaba seguro que no habría ningún problema con concederles el préstamo.

Una semana después, el banco Montreal les concedió un préstamo de 200 millones de pesos para montar su empresa. Y una semana después había nacido Terramoda.

Nicolás se encargaba de las inversiones y Betty de la contabilidad cuando llegaba por las noches de Ecomoda.

En Ecomoda Betty se encargaba de las inversiones en bolsa y le estaba yendo muy bien. Lo único que le pesaba era que a pesar de que estaba aumentando considerablemente el fondo, no podían utilizarlo para pagar las deudas sin solicitar autorización de la junta, ya que ese era un fondo separado exclusivamente para inversiones, pero, de todos modos, como le había dicho a don Armando, ayudaría bastante a la hora de cumplir las metas de don Armando o a incrementar las ganancias si no lograban llegar del todo a la meta solo con las ventas.

En cuanto a sus clases, no volvieron a perderse ninguna, por lo que cada viernes, sábado y domingo se iban sin falta a sus clases. Betty incluso se aseguró de terminar todo su trabajo hasta el viernes para no dejar nada pendiente y tener libre el sábado, algo que don Armando no objetó, pues ella realmente terminaba todo el trabajo y cada vez que él solicitaba alguna información, ella la tenía lista para entregársela.

Nicolás desarrolló una propuesta magnífica para ayudar a Ecomoda, pues veía la preocupación de Betty por ayudar a don Armando, pero a él no le interesó en lo absoluto. Estaba bien con las inversiones, pues veía que estaba generando ganancias y Betty no había descuidado su trabajo, pero las propuestas no las aceptó.

La primera propuesta consistía en la experiencia que ella y Nicolás habían vivido con su cambio de look. Tener puntos de ventas con asesores calificados en ropa, maquillaje, peluquería y cuidado de la piel, junto con la creación de una nueva línea de ropa para el sector del mercado que era mayoría en la ciudad y en el mundo. Aquellas personas normales a las que les costaba encontrar ropa que les quedara bien. Esto venía acompañado incluso con fotos de clientes y un estudio de mercado de la clientela de Ecomoda en específico.

La segunda era crear franquicias. Nicolás estaba seguro que si podían llegar a crear franquicias, básicamente podrían sentarse y dedicarse a cobrar y producir ropa.

Pero cuando se lo propuso a don Armando, él no se interesó en lo más mínimo ni en aplicar la propuesta de una nueva línea de ropa ni las franquicias. La línea de ropa no quiso porque era demasiado hacer tantos modelos diferentes cuando bastaba con utilizar los mismos modelos pero en más tallas, después de todo no había ninguna empresa que hiciera modelos exclusivos y el público no se había quejado y las franquicias no quiso porque eso significaría dejar sin trabajo a doña Marcela.

Betty pensó que era una tontería, pues justamente porque era algo nuevo es que debían al menos tomarlo en cuenta y hacer un estudio de mercado propio, ver si era viable o no, y lo de las franquicias, no era como si doña Marcela no pudiera manejarlo, pero como don Armando no quiso, Betty le devolvió el proyecto a Nicolás, después de todo el proyecto era suyo y tal vez en el futuro podía servirles de algo.

A don Armando no le volvió a insistir con el tema, después de todo se trataba de la empresa de don Armando, ella podía ayudarlo, pero no había nada que pudiera hacer para que cambiara de opinión.

Además, pudo ver que a Nicolás realmente le quedó sonando la idea, por lo que no se sorprendería si más adelante ellos mismos terminaban haciendo algo como eso, cuando tuvieran más experiencia en el rubro y estuvieran seguros sin lugar a dudas de cómo implementarlo.

FEA, PERO NO ESTÚPIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora