Me enamore de la hermana equivocada.

Capitulo 7: Estoy Enamorada De Ti.

Emma no puede creer lo que está a punto de hacer...

Está por casarse con Andreas Antonopulos, por culpa de su hermana, en realidad no fue culpa de ella, fue su culpa, fue su idea. 

Faltan solo unas horas para la boda, y los estilistas están haciendo lo suyo con Emma, para que quede bellísima y que Andreas caiga rendido a sus pies. 

Otra vez volverá a vestirse de mujer, en realidad, tendrá que hacerlo durante el tiempo que dure el matrimonio, pero eso, no es lo que más le preocupa, la sola idea de vivir en la mansión de la familia Antonopulos, en Grecia, le da escalofríos, alejarse de sus animales, de sus padres, de Gitana, no sabe si podrá soportarlo. 

Emma está sentada en su habitación, siendo peinada por los estilistas, cuando su madre entra, interrumpiendo el momento: 

—Hola, mamá—saluda algo preocupada, puede ver como los ojos de su madre están hinchados, seguro de tanto llorar, angustiada por la decisión de sus hijas, una de huir y la otra de aceptar casarse para protegerla, conociendola, debe sentirse muy culpable por eso. 

—Hola, hija mía... Dios mío, estás quedando bellísima —Leila aún no puede creer, porque, con la belleza que posee Emma, ella se esconde detrás de su vestimenta de hombre.

—Gracias, mamá, pero...¿por qué estás llorando?—pregunta, tratando de consolarla. 

—Emma... No puedes casarte. Por culpa de tu hermana y mía estas en esta situación, hablaré con Andreas, él debe escucharme y detener esta locura—confiesa Leila, muy angustiada.

—Mamá, no es tu culpa ni la de Anna, yo ideé su huida, ella quería irse de aquí. 

—Siempre protegiendo a tu hermana, Emma, a costa de tu propia felicidad. 

—No te preocupes, mamá, serán unos meses, nada más y volveré aquí con ustedes —Leila se acerca a ella y la abraza con mucho cariño. 

—Lamento todo esto, hija, si no le hubiese metido a tu hermana la idea de encontrar a un hombre con dinero y de llamar a la prensa para que estén presentes en la boda, nada de esto hubiese pasado. 

—Ya, mamá, no te culpes más... No está bien lo que has hecho, pero deja de preocuparte, todo esto tiene solución, iré a vivir a Grecia unos meses y luego me divorciaré de Andreas, a cambio salve a mi hermana de ser infeliz y tendré un purasangre—acota, poniéndole un poco de humor a la situación. 

—Es que todo esto es una locura, Emma, si Andreas llega a enterarse de que ayudaste a Anna a escapar, no te lo perdonara, jamás. 

—¿Qué has hecho que...? —grita Andreas, fuera de sí, tras escuchar la conversación entre madre e hija 

—Mamá, dejanos solos, por favor —pide Emma. Sabe, que a pesar de estar enfadado, sería incapaz de hacer algo para lastimarla, aunque este odiándola en este momento. 

—¿Estás segura? —pregunta preocupada, al ver a Andreas tan enojado. 

—No se preocupe, señora, solo necesito, que su hija, me explique unas cuantas cosas. 

—Está bien —Leila, aun muy preocupada, se retira de la habitación, dejandolos solos. 

—¿Vas a explicarme que sucede aquí? ¿Por qué has ayudado a Anna a escapar?—Andreas está invadido por una furia incontrolable, quiere agarrar a Emma del cuello y estrangularla hasta que pida por favor que se detenga, pero su belleza lo detiene, que mujer más increíble, los estilistas no han terminado con ella y aun así se ve bellísima, sin embargo... Eso no puede hacerle bajar la guardia, necesita una explicación y se la sacara a Emma, aunque tenga que recurrir a otras tácticas —¿Vas a decírmelo? —pregunta, aún más, furioso, al ver que Emma no ha dicho nada.