coqueteo

818 109 25
                                    

Otro entrenamiento más dio por finalizado... Y Diego se encontraba más que listo para darle inicio a su plan.

Varios de sus compañeros ya se encontraban descansando sentados en el césped conversando entre todos, aun no se les daba la indicación para irse a vestidores.

Uno de ellos era Kevin quien suspiraba entrecortadamente, transpirado, pero aun así lucia una linda sonrisa en los labios.

Diego aprovechaba para mirarle cuando el pelinegro se ocupaba mirando hacia otros lados.

Kevin para los ojos de Diego era la definición de belleza.

Sus ojos marrones se asimilaban a la miel.

Su cabello tan perfectamente peinado.

Su tatuaje en el cuello.

Su sonrisa.

Eran un sueño, uno muy lindo.

Diego estaba más que enamorado del físico de Kevin, sin embargo, amaba los sentimientos de Kevin, el cómo le arropo en sus brazos, el cómo le defendió, el trato que tuvo con él, esos fueron factores más que importantes para que el castaño se rindiera ante él.

Y le dolía tanto el comportamiento tan extraño que el pelinegro ahora tenía con él.

Ni una mirada, ni un saludo, mucho menos un cálido y suave abrazo...

¿Qué sucedía con Kevin?

—¡A vestidores! —grito el técnico. Diego salió de su ensoñación parpadeando un par de veces. Todos se levantaron con rapidez del césped, dirigiéndose al fin a los vestidores.

Edson se acercó a Lainez antes de llegar a los vestidores.

—¿Como te sientes? —pregunto el mayor. Pues Diego se notaba un poco extraño.

—Bien.

—No lo creo. —Edson miro de cerca al rostro de Diego, examinándolo, Diego frunció el ceño ante la acción de su amigo.

—Estaba pensando, una estupidez. —respondió Diego tratando de sonar seguro de su respuesta.

—Esa estupidez tiene nombre y apellido. —Edson hablaba siempre con la verdad.

—Si... —Diego soltó aire por la nariz.

—¿Hoy empezaras con el plan?

—Si, solo... No lo sé, veremos que sucede. —Diego tomo confianza al decir tales palabras.

—Vamos, cualquier cosa, por favor avísame.

—Claro. —Diego asintió con la cabeza, para después entrar con nervios a los vestidores. Edson tenía que irse ya, a lo que le comento al castaño, dejo un par de pendientes que realizar en casa y era urgente.

Diego relajo los hombros antes de entrar al lugar.

"Por favor, que solo este Kevin dentro" repetía en mente.

Con impulso abrió la puerta, camino con pasos nerviosos hacia su lugar.

¡Sorpresa!

Su tan anhelado deseo se hizo realidad, Kevin se encontraba ahí y lo mejor de todo era que si estaba solo, sentado con el teléfono en mano, únicamente con los bóxeres puestos, al parecer ya estaba a punto de dirigirse a las duchas.

No se percató de la presencia del castaño en el lugar.

Diego trago en seco.

Era ahora o nunca.

Comenzó por retirarse el jersey, luego carraspeo para hacerse notar, lo cual funciono a la perfección, Kevin al escuchar tal ruido levanto la cabeza para encontrarse con la mirada esmeralda más linda que sus ojos han visto.

Diego sintió una cálida sensación envolver su piel, Kevin le miraba, pero también miraba su torso descubierto. Diego continuo con su propósito y bajo con prisa sus shorts. Dejándose así con la misma prenda que Kevin.

El más alto se tensó prontamente, apretando los labios entre sus dientes. No podía seguir admirando el lindo cuerpo de Diego o se rendiría fácilmente en aquellos encantos.

Con pena y frustración retiro su mirada de Diego para posarla nuevamente en su celular.

Diego mantenía aun su mirada en Kevin, esperaba que al menos hablaran, lo cual no fue así, pero para ser el primero de sus coqueteos, todo había salido perfecto 


rendido ➸ kevin x diegoWhere stories live. Discover now