arrepentido

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Kevin pensó bien lo que iba a hacer.

Porque sabía bien que todas las decisiones y acciones que cometió anteriormente no fueron las correctas.

Luis y Julián le miraban, esperando su respuesta. Pero Kevin aun necesitaba un tiempo. —Está bien, te dejaremos descansar, puedes decirnos tu respuesta más tarde. —le dijo Luis a lo que Kevin asintió.

Ambos salieron de la habitación. Dejando solo a Kevin.

—¿Qué te parece si estamos aquí un rato? —pregunto Chávez, cuando ya estaban en la sala de estar. —Está bien. —Julián tomo asiento en el sofá, Luis imito la acción.

—No debimos de irnos ayer. —Julián se mostraba arrepentido. Ya que las cosas pudieron haber sido diferentes.

—Julián, eso es algo que nosotros no podíamos controlar. Aparte, tarde o temprano Edson se enteraría e iba suceder lo mismo. —Luis decía al defensa.

—Pero...

—Nada de peros, nadie tiene la culpa de lo que sucedió. —Julián asintió, mirando hacia otro lado, le daba pena que Chávez le mirara en tal estado.

—Edson le dejo muy mal. —Luis suspiro. —Sí.

—Todos están haciendo mal las cosas, Luis. —Araujo miro al mayor.

—¿Nosotros también?

—No... Pero Kevin, Diego, Edson...

—Oh, Julián, sus acciones son su problema. Pero ya te lo dije, no están bajo nuestro control.

—Es que algo muy dentro de mi ser, que se siente agobiado por todo esto. —Julián confeso.

—Te entiendo completamente, yo te metí en todo esto por lo de Kevin. —Chávez sintió dolor al escuchar a Araujo. —Perdóname Julián, tu no mereces estar implicado en problemas que no tienen absolutamente nada que ver contigo. —Julián miro fijamente a Luis, aquellas palabras causaron un estruendo en su corazón.

—Hey, no. Esa no era mi intención. —Julián dirigió su mano a la de Chávez, posándola encima de la del centrocampista. Un temblor se hizo presente en ambos cuerpos; felicidad, nervios era lo que estaban sintiendo.

No lograban formular siquiera una palabra, solo sus miradas y manos unidas eran más que suficiente para descifrar lo que ambos sentían.

Cálido, lindo, reconfortante. Tres palabras que describían a la perfección aquel momento.

Sus rostros impacientes comenzaban a acortar la distancia que existía entre ambos.

Se miraron de arriba hacia abajo, sonriendo. Hasta que por fin lograron sentir el suave roce de los labios contrarios. Julián dirigió sus brazos hacia la espalda de Luis, para atraerlo de mejor manera, mientras que Luis prefirió tomar con delicadeza las caderas del defensa.

Eran tan lindos.


Edson luego de enterarse que tendría que jugar el partido contra Surinam y más que sería el capitán fue a darle la noticia a Diego.

El menor se encontraba desayunando, cuando Edson entro a la habitación.

—Buenos días. —saludo el mayor. Diego le sonrió. —Hola Edson. —Diego se veía recuperado, casi como si nada le hubiera pasado.

—¿Como estas?

—Mejor, el dolor ya no es tanto. —Edson asintió. —Supongo que mañana te darán de alta.

rendido ➸ kevin x diegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora