felicidad

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El tiempo avanzo de manera pronta.

Ambos vivieron experiencias distintas, pero algunas les dejaron llenas de felicidad; Diego en su primer juego estando de regreso con el club América, pudo ser titular, gracias a que en los entrenamientos mostró un gran compromiso y buena actitud.

Fernando Ortiz, sabía que aquellas eran buenas señales, así que deposito una gran confianza en Diego, quien no marco en su primer juego, pero dio un buen partido. Eso era más que suficiente para que el castaño sintiera felicidad.

Además, que tuvo un muy cálido recibimiento por parte de la afición, consideraba que eso era lo mejor de todo. Lainez no evito llorar de felicidad y emoción, porque ahora era libre, su padre no pudo tomar las decisiones que les correspondían a él, todo fue gracias a Kevin.

Aunque al recordar cómo sucedieron los hechos de esa vez, sus mejillas se tornaban de un intenso rojo, sabía que, si no se hubiese quedado dormido, las cosas pudieron haber avanzado para terminar en...

Ni siquiera podía pensarlo, se ponía nervioso al instante.

Cuando se encontraba en su departamento, después del partido, recibió una llamada de Kevin quien le felicito, por su primer juego y la calidad que demostró. Permanecieron más de dos horas en la llamada hablando de como estuvo su semana, el cómo se sintieron con sus clubes y demás, el tiempo volaba cuando conectaban.


Una semana más llego, eso significaba nuevos partidos por disputar.

Afortunadamente para ambos, lograron salir victoriosos con sus clubes. El América salió victorioso ante el Monterrey con el marcador 2-1, mientras que el Pachuca gano con un maravilloso 4-1, en contra del Club Santos Laguna.

La felicidad era cada vez mayor.

Otra llamada más para felicitarse mutuamente. Pero esta vez fue diferente, porque antes de colgar ambos dijeron las palabras "te extraño".


El día 12 de abril, Diego Cocca anunciaba una nueva convocatoria para el juego amistoso en contra de Estados Unidos.

Los nombres de Diego Lainez y Kevin Álvarez volvían a estar presentes. Felizmente para Luis; el nombre de Julián Araujo también estaba ahí, era una lista de solo veintitrés convocados. Y únicamente Julián logró ser el único jugador del extranjero en ser llamado. Pero antes de regresar con la selección mexicana, el sábado ambos volvieron a jugar, Kevin en contra de Atlas y Diego en contra del Cruz Azul.

El América se llevó la victoria.

Mientras que los tuzos del Pachuca sufrieron una derrota.

Kevin en la noche tuvo que soportar toda una charla entre Luis y Julián que parecía escurrir miel de lo melosa que era.

"Te amo"

"Te amo más"

Ya se estaba mareando de escucharlos decirse tantas veces aquellas palabras.

Aunque no todo eran derrotas, pues lo que le ponía feliz a Kevin era saber que el lunes volvería a encontrarse con Diego, debido a que ambos ya habían citados ese día para comenzar con los entrenamientos.


En la mañana del lunes, Diego fue despertado por un par de toqueteos en su puerta, era bastante temprano, exactamente las cinco de la mañana, el castaño se encontraba en un cómodo sueño, lamentablemente fue interrumpido por quien sea la persona que se encuentre detrás de la puerta.

Camino con pasos lentos cargado de frustración.

Abrió la puerta con molestia, estaba a punto de recriminar cuando su mirada se unió a la de Kevin. Al fin el pelinegro estaba de vuelta. Diego sin dudarlo se dejó caer en los brazos del más alto, quien gustoso acepto el gesto.

—Al fin. —murmuro de manera suave, su voz estaba ronca pues recién había despertado. Kevin acaricio lentamente la espalda del menor, con cariño.

—Te desperté, ¿verdad? —Diego asintió, sin soltarse del abrazo. —Sí, pero eso no importa.

—Sé que es muy temprano, pero no podía volverme a dormir.

—¿Hace cuanto llegaste?

—No más de veinte minutos, solo dejé mis maletas en el departamento y de inmediato vine contigo.

—Que considerado. —las mejillas de Diego se tornaron de un leve rosa, la felicidad de estar nuevamente con Kevin era indescriptible.

—De hecho, Luis me dejo aquí, él tenía que ir al aeropuerto por Julián. —relataba Kevin, cuando se separaron del abrazo, el pelinegro entro al hogar del castaño.

—¿Ahora son novios?

—Sí, al fin. Creí que Luis te lo dijo, cuando te dio la asesoría.

—No, solo hablamos de contratos y todo eso. —dijo Diego sentándose en el sofá. Kevin le dirigió una mirada divertida.

—¿Por qué me ves así? —el castaño frunció el ceño.

—Linda pijama. —Diego abrió los ojos con sorpresa al recordar las prendas que utilizaba; esos días estuvo durmiendo con el jersey de Kevin que le entregaron en el centro de alto rendimiento como cambio de ropa, junto a unos pantalones cortos con estampado de Spider-man.

—¡No puede ser! —soltó apenado. Kevin no evito carcajearse.

—No te rías, es tu culpa, tú me despertaste ni siquiera me dio tiempo para acordarme. —Diego simulaba estar enojado con Kevin.

—No me rio, al contrario, digo, te ves tierno.

—¡Seguramente! estas que te mueres de la risa, Nahin. —dijo Diego, no pudo más y termino riéndose junto a Kevin.

Cuando ya era un poco más tarde, desayunaron juntos, Diego fue el encargado del desayuno, dejando maravillado al pelinegro.

Tiempo después, Kevin se fue a su departamento para darse una ducha y prepararse para el entrenamiento, Diego hizo prácticamente lo mismo.

A las ocho con treinta de la mañana, los veintitrés convocados por el director técnico ya se encontraban en el centro de alto rendimiento.

Luis y Julián estaban inseparables, Kevin y Diego no evitaban secretearse sobre las actitudes y comportamientos amorosos de la pareja.

—Mira como lo toma de la cintura. —murmuraba Kevin en el oído de Diego, ambos estaban trabajando en equipo, al igual que Luis y Julián.

—Se traen unas ganas. —respondió Diego de igual manera, a lo que Kevin solo le dedico una sonrisa y un asentimiento.

El primer entrenamiento paso de manera tranquila, y cuando recordaron ya se encontraban en los vestidores. Aquel lugar les traía un par de recuerdos a ambos, Kevin recordaba perfectamente como Diego se le desnudo enfrente, y Diego recordaba con total claridad como se reencontró con Kevin después de cinco años sin saber mucho del pelinegro.

Dejando sus pensamientos de lado, a pesar de que sus lugares estaban uno al lado del otro, los dos prefirieron no mirarse mientras se desnudaban y cambiaban, lo cual fue algo difícil, pero no imposible.

Al finalizar sus actividades; Diego y Kevin salieron del centro de alto rendimiento juntos, la felicidad reinaba en esos momentos. 

casi tres mil lecturas, gracias siempre. <333 

rendido ➸ kevin x diegoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora