rendido ➸ kevin x diego

el inicio del final

—¿Estás seguro de lo que estas a punto de hacer? —pregunta Luis del otro lado de la línea.

Kevin suspira procesando la pregunta; a pesar de que está caminando por un pasillo tan conocido, sus pasos son lentos. Le cuesta un poco creer lo que está a punto de hacer.

Lleva en sus manos una caja azul marino perfectamente decorada con un listón finalizado en un moño, además de un ramo de preciosos tulipanes color rosa; aquellas flores le recuerdan a Diego debido a su belleza y sencillez. Las considera especiales al ser las mismas que le obsequio el día que su castaño fue campeón y pasaron su primera noche juntos.

—Estoy listo. —responde con firmeza, a pesar de que los nervios inundan su ser, es franco en cada una de sus palabras.

—Muy bien, entonces te dejo. —Chávez sabía que era el momento de Kevin, el pelinegro tenía que vivirlo por sí solo. Lo único que el ahora jugador del Feyenoord podía desearle era buena suerte.

Afortunadamente para Luis, su sueño de emigrar a Europa se volvió realidad justo después de la copa oro donde sus increíbles actuaciones le cedieron su pase al viejo continente, recibiendo una oferta formal del equipo de la Eredivisie.

Y en un pronto ajuste de cuentas todo salió exitosamente bien.

Kevin al enterarse, no dudo en alegrarse por su mejor amigo estaba sumamente orgulloso y agradecido con él, tanto que cuando la despedida llego y por primera vez se dijeron "hasta pronto", Álvarez lloro la mayoría del día, para su fortuna los brazos y cariños de Diego le consolaron a cada instante.

—Gracias por todo, Luis. Te extraño. —dijo con sentimiento y honestidad.

—No importa en donde me encuentre, siempre estaré para ti. Yo también te extraño. —Kevin sonrió al escuchar las emotivas palabras de Chávez.

—Te llamo luego. —dijo el defensa, en pocos segundos la llamada se dio por finalizada.

Mientras hablaba con Luis, nunca dejo de caminar por lo que cuando recordó ya se encontraba fuera del departamento 513. Miro hacia el techo tratando de controlar sus expectativas sobre lo que podría llegar a suceder.

Regreso su mirada hacia enfrente y con un impulso cargado de energía se decidió a al fin tocar la puerta en repetidas ocasiones.

Ante el llamado, la puerta se abrió en un par de segundos, revelando así a un somnoliento Diego Lainez con el cabello revuelto que parecía haber sido despertado de una siesta vespertina.

Sus ojos verdes se abrieron con sorpresa al encontrarse con su Nahin del otro lado, no esperaba tenerlo ahí, ya que ambos habían quedado en volverse a ver hasta el fin de semana.

Hace un par de días en la última visita que hizo el castaño en el departamento del mayor, Álvarez fue el encargado de tal decisión, Diego, aunque lo dudo, no le quedo de otra más que aceptar imaginando miles de posibilidades sobre el por qué, ninguno de sus pensamientos era de desconfianza solo que no quería separarse de Kevin y alejarse de él por cierta cantidad de tiempo le dolía.

Después de finalizar la copa oro con un increíble triunfo, festejar por dos días seguidos el compromiso de Luis y Julián y demás. El estar de regreso en México ya se ameritaba. Para estas fechas la Liga MX ya llevaba tres jornadas de haber iniciado por lo que cada jugador tenía que regresar a su club en este caso, Diego volvía a reportar con el América.

Mientras que Kevin por alguna extraña razón no regreso a Pachuca.

Para el mediocampista fue tan ajeno que Nahin no estuviera de vuelta en su club, a su creencia el pelinegro no tenía una razón clara para no hacerlo y aunque la duda de vez en cuando quería consumarlo, nunca le cuestiono absolutamente nada, no se creía con tal poder.