sorpresa

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Una idea en mente que surgió un fin de semana en el que se emborracharon en la terraza del lindo departamento del jugador del Barcelona, eran ya más de las tres de la mañana y la pareja junto a Kevin pasaban por un muy agradable momento.

Disfrutaban de la suave brisa y de la vista que el lugar les ofrecía.

El pelinegro la estaba pasando de maravilla, gracias a Julián se dio el lujo de conocer lugares increíbles. Su departamento era maravillosamente cómodo, la habitación en la que él estaba durmiendo contaba con un balcón en el que tomo la costumbre de siempre despejar su mente estando ahí, justo cuando el atardecer comenzaba a aparecer.

Algo que Kevin agradecía es que la habitación estaba bastante separada de la principal, o sea donde Julián y Luis dormían, sabe que es lo que sus amigos han hecho todas las noches de su estadía seguidas y sin ningún tipo de excepción.

En las mañanas el pelinegro preparaba el desayuno para los tres, sin embargo, cuando todo estaba listo empezaba a merendar sin los otros, luego alrededor de una hora después, la pareja aparecía vistiendo únicamente con batas, saludaban de un humor sumamente alegre y mientras desayunaban se dirigían unas miradas tan intensas que a Kevin lo hacían sentirse el mal tercio.

—Yo pensaba que no iban a tener hambre. —murmuro, esperando captar la atención de la pareja.

Luis y Julián le miraron confundidos.

—¿Por qué? —Luis fue el encargado de preguntar.

—Porque como ayer se la pasaron tragándose. —dijo con sorna. Luis y Julián aguantaron la risa, sin decir nada.

Hablaran o no, Kevin no se equivocaba.

—Gracias por confirmármelo con su silencio. —dijo con una mueca, para luego llevarse a la boca una de sus tostadas con huevo y aguacate.

Desde esa vez no volvió a mencionarse aquel tema, no le importaba, además de que Kevin solo quería saber la reacción de sus amigos.

Una sonrisa se formó en sus labios al recordar, el sonido de una nueva botella de cerveza siendo destapada le saco de sus pensamientos.

Julián se la entrego, el pelinegro la tomo entre sus manos, para luego llevarse el envase a los labios y degustar el rico sabor del líquido dorado.

—Wey, ¿entonces Diego y tú qué? —la confianza entre Julián y Kevin aumento demasiado con el pasar los días así que se sentían libres de hablar sobre cualquier cosa, además de que ya se conocían bastante bien.

El tema del castaño no quedo en el olvido como tal, pero no había sido mencionado, y ya era hora de que se hablara.

—¿Que te puedo decir? No lo sé, creo que nada. —no está muy seguro de su respuesta.

—¿Nada? No digas mamadas. —Luis soltó una suave risa al escuchar la expresión que utilizo su novio.

—Pues he estado pensando en eso, la verdad.

—En eso, ¿Qué es eso?

—En nosotros, quiero tener una conversación con él.

—¿Te le piensas declarar? —pregunto Luis. Julián le miro con una sonrisa.

Kevin negó dudoso. —No. Aun no me perdona, creo que es apresurado.

—A mí me parece que sigues con tu miedo al compromiso. —dijo Julián con sinceridad.

—Puede que tengas razón, pero últimamente he hecho las cosas bien con él.

—¿Cómo se tratan?

rendido ➸ kevin x diegoWhere stories live. Discover now