honestidad

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Después de huir sin dar ninguna explicación, el pelinegro llego a su departamento, su teléfono no dejaba de vibrar, recibía notificación tras notificación.

Encendió el aparato con molestia.

7 llamadas perdidas: Luis

3 mensajes nuevos: Araujo

No quería ni siquiera desbloquear el teléfono, pero para su mala suerte una nueva llamada por parte de Chávez llego, no había otra opción, tenía que responder.

Deslizo su dedo por el botón verde, aceptando la llamada.

—¡¿Que te traes con Lainez?! —el tono de voz del centrocampista iba más allá del enojo. La pregunta fue directa y sin rodeos.

No sabía que responder, no tenía palabras.

Después de lo que hizo, su mente dejo de pensar correctamente.

Luis era una gran amistad para Kevin, ya que ambos jugaban en el mismo club y pasaban bastante tiempo juntos. Con el paso del tiempo se formó un vínculo unido y lleno de confianza.

Kevin se tensó al escuchar el nombre del castaño. —Nada, wey. —respondió Kevin, de manera cortante.

—A mí no me haces pendejo, Kevin. O me dices o me dices, porque una razón para hacerle lo que le hiciste has de tener. —respondió con seriedad el centrocampista.

—¿Dónde estás? —fue lo único que pregunto.

—Kevin. —alertó Chávez, con la poca paciencia que aún le quedaba.

—Por favor, Luis solo dime en donde estas.

—En el auto. —respondió con frustración.

—¿Esta Julián contigo?

—Sí. —Luis conecto su mirada con la del teñido de rosa.

—Vengan a mi depa, lo que les tengo que decir no es algo que se deba hablar por teléfono. —ordenó Kevin, para después finalizar la llamada.

Luis golpeo con rabia el volante, Araujo le miraba preocupado.

—¿Tienes alguna idea de por qué lo hizo? —Julián pregunto.

—Kevin últimamente ha estado raro. —fue lo único que dijo Chávez, para luego comenzar a conducir.

Luis había descifrado algo particular en la actitud de Kevin, y esto le parecía estar siendo influido por la presencia de Diego Lainez. Sin embargo, no quería hablar antes de tiempo.

Al final de todo, aquellos pensamientos eran suposiciones.

En un par de minutos; Chávez y Araujo ya se encontraban fuera del departamento de Kevin, sus expresiones lucían serias.

Julián fue el encargado de tocar la puerta. Kevin apareció del otro lado en cuestión de segundos.

No se dijeron nada, Kevin solo se hizo a un lado para permitirles la entrada.

Luis y Julián se sentaron tranquilamente en el sofá, esperando con ansias a Kevin, quien no quería explicaciones, sin embargo, sabía que o decía las cosas por voluntad propia o seria obligado.

El de cabellos oscuros apareció con una mueca en el rostro y los brazos cruzados, estaba dispuesto a hablar. —Jugué con Diego en la sub-20, él y yo no éramos amigos como tal, pero en el partido un gringo estaba molestándolo, yo me enoje y le defendí a tal grado que le solté un golpe al gringo, al final de cuentas perdimos, Diego estaba triste, decidí consolarlo, lo abrace y cuando estábamos en el bus nos sentamos y dormimos juntos, por así decirlo. —contó Kevin a los recién llegados, quienes escuchaban atentamente a Álvarez.

rendido ➸ kevin x diegoWhere stories live. Discover now