Manuel

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Era un joven de 24 años que tenía 2 años viviendo con su novio, que se llamaba Mario, quien era médico general. Manuel y Mario despertaron. Manuel fue a hacer el desayuno, mientras que Marios se bañaba para irse al trabajo. De un momento a otroa Manuel le dio una fuerte punzada en el estómago, pero el dolir se le pasó rápido y no le dio importancia.

-Pero mira nada más que guapo estas-le dijo Manuel a Mario al verlo.

Los dos rieron. Mario se le acercó para darle un tierno beso. Los dos se sentaron a dasayunar.

-Que te vaya muy bien mi amor-dijo Manuel.

-A ti también-dijo Mario besándolo.

Mario se fue a trabajar. Manuel volvió a la cama, se sentía cansado y quería dormir un rato más, pero no pudo. El dolor de estómago se hizo muy intenso. Sintió unas ganas incontrolables de vomitar y así lo hizo. Al terminar quedó muy cansado por el esfuerzo que habia realizado. Volvió a la cama, sentía un poco de frio y se tapó. Manuel no quería llamarle a su novio para decirle que estaba enfermo, pues sabía que Mario se preocuparía mucho y pensó que lo que tenía no era de gravedad. Se quedó dormido, pero no durmió mucho, pues desperto temblando y sintiéndose peor. Tenia mucho frío. Se tocó la frente y estaba ardiendo. Pensó por un momento en hablarle a su novio, pero decidió que mejor se tomaría un ibuprofeno y evitar decirle a su novio. La pastilla le ayudaría a que el dolor bajara, pero eso no pasó y la vómito. Se lavo los dientes y volvió a acostarse. El dolor se estaba haciendo más y más fuerte. Se le salieron las lágrimas.

Mario estaba en su trabajo, atendiendo a sus pacientes y de repente se le vino a la mente su novio. No entendió el porqué, pero su pensamiento era fuerte y se le hizo muy extraño, tanto que al terminar con uno de sus pacientes, decidió llamar a su novio para ver si todo estaba bien en la casa.

Manuel al ver la llamada, supo que no podia contestar y que al escucharlo, Mario se diera cuenta de su estado. Para que su novio no se preocupara, le mando un mensaje, diciéndole que estaba ocupado y que por eso no había podido contestarle, pero que todo estaba muy bien. Mario se quedo conforme, pero no tranquilo. Él siguió con sus pacientes y Manuel se quedó de nuevo dormido. Esta vez durmió 1 hora. Cuando desperto no se sentía tan mal. Bajo a la cocina para hacer la comida, pues en dos horas más llegaría Mario. Cómo casi no tenía fuerzas, hacía todo muy lento. El olor de los condimentos le dieron náuseas, quiso vomitar de nuevo, pero cómo no tenía nada de comida en el estómago, solo vómito agua. Se acostó un ratito en el sillón, se sentía muy cansado. Después de descansar, que parecía que no lo había hecho, volvió a la cocina para continuar con la comida.

Mario no se quedó agusto con el mensaje de Manuel, pues este siempre le respondía y bien dicen que piensa mal y acertaras, estaba muy inquieto y decidió que cuando terminará en el paciente que ya estaba en la sala se iría a su casa. Mario no sé imaginaba lo que estaba pensando.

Cuando Manuel terminó de hacer la comida, se fue a su cuarto, queria bañarse y así lo hizo. Tardo muchisimo, pues sus fuerzas cada vez se le estaban yendo. Su puso ropa cómoda y volvió a acostarse.

Mario estaba por terminar con su último paciente. La angustia que sentía era muy grande. Se fue rápidamente a su casa.

Manuel no sé dio cuenta cuando su novio llegó, estaba dormido.

-¡Amor!-alzo la voz-¿Dónde estás?-

lo busco en la cocina y no lo encontró. Se fue a su cuarto y ahi estaba.

-Manuel-dijo preocupado al verlo.

Estaba sudando, temblaba.

-¿Qué haces aquí? - dijo muy débil.

Miedo a las Agujas E InyeccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora