Alexa Parte 3

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Un nuevo día empezaba para Alexa, quien amaneció de mal humor ya que le dolian las pompas y no se podia poner de lado derecho ni izquierdo y ella no era de dormir baja abajo y dado que lo había tenido que hacer, no había descansado como deberia, lo que le causaba muchísimo enojo. Se quedo en la cama, no tenia ganas de levantarse y muchísimo menos que su padre la viera. Ya era el último día de tratamiento y buscaría posponerlo lo más que pudiera. A Arturo se le hizo muy extraño que su hija no saliera de su cuarto, pues no era de quedarse dormida hasta tarde, pero se acordo que ese día sería el último de tratamiento y entendió el comportamiento de su hija. Alexa volvió a dormirse un rato más, su padre fue a ver si estaba bien, pues se preocupo un poco. Entro a su cuarto sin hacer el menor ruido posible para no despertarla, le toco la frente para corroborar que no tuviera fiebre y por suerte su hija estaba bien. Salió del cuarto así como entro y fue a la cocina para prepararse el desayuno, aunque quería desayunar con su hija, pues era una forma de darle tiempo de calidad los fines de semana, ya que trabajaba mucho y no la veia casi entre semana y para él era muy importante que su hija lo sintiera cerca. Alexa se desperto y cómo sabia que lo inevitable pasaría, salió de si cuarto para ir a desayunar con su padre, le gusta mucho estar con él, los dos había hecho una complicidad después de que su madre muriera.

-Hola papi-dijo emocionada abrazándolo fuertemente.

-Mi amor-dijo él feliz abrazándola-buenos días-beso su cabeza.

-Buenos días-le sonrío.

-Siéntate mi amor, ya está listo el desayuno.

-Papá me duelen las pompas-se quejó de manera infantil.

Arturo se rio por la reacción de su hija.

-Te voy a traer un cojín de la sala-le dijo riéndose.

-Papá-dijo indignada-no te rias.

Arturo se atacó de risa aun más.

-Te estas burlando de mi papá-le reclamo.

-No mi amor, me rio gracias a ti que es muy distinto.

Arturo tomo el cojín de la sala y lo puso en el lugar que si hija siempre se sentaba. Sirvió el desayuno y comieron tranquilamente. Arturo le pregunto a su hija de como le iba en la escuela, le gustaba estar enterado de todo lo relacionado con ella, además de que quería hacer tiempo. Estuvieron platicando un rato más y terminaron de desayunar.

-Mi amor, voy a lavar los platos, si quieres ve a tu cuarto y en un rato voy.

-Está bien papá-dijo con pesar.

Alexa se fue a su cuarto se puso a hablar con sus amigos. Arturo hizo todo muy lento, lavo los platos y dejo el cojín en su lugar, recogió la cocina y después se puso a checar su celular. Paso más de 1 hora, a Alexa se le hizo muy extraño qué su papá no fuera a su cuarto, salió para ver que estaba haciendo y se puso feliz de saber que su papá estaba haciendo tiempo para apoyarla. Ella no quería see inyectada ese día, pero ya se sentía mucho mejor y debia de completar el tratamiento.

-Papá, ya estoy lista-dijo llendo a la sala sonriéndole.

-Muy bien mi amor, ya voy-le regreso la sonrisa.

Arturo no sé espero que su hija fuera a buscarlo. Se apresuró a lavarse las manos y preparar la jeringa. Después se fue al cuarto de su hija. Alexa ya estaba boca abajo mensajeando con sus amigas.

-Mi amor, ven a la orilla de la cama-le dijo amablemente.

Alexa se movió sin decir nada, el chisme con sus amigas estaba muy bueno y no dejo de mensajear. Arturo bajo la pijama de su hija.

-¿Qué hace?-le pregunto al ver que no soltaba el celular.

-Hablando con mis amigas papá, esta bueno el chisme.

-De haber sabido eso el primer día, le hubiera dicho a tus amigas que te hablaran-le dijo en broma.

-Ya papá-le dijo riéndose.

-No te muevas.

-Papi despacito-dijo como niña chiquita.

-Si mi amor-le dijo poniéndole el algodón en el glúteo derecho-habla con tus amigas, sirve que te distraes.

Alexa lo hizo. Arturo apretó su glúteo y metió con mucho cuidado la aguja.

-Papá-se quejo brincando poniendose dura.

-Ponte flojita mi amor-dijo con cariño.

-Me dolió.

-Ya voy a terminar-dijo metiendo el líquido.

-Papá ya-dijo desesperada-duele mucho-se le salieron las lágrimas-papi por favor-suplico.

-Listo amor-dijo sacando la aguja.

-Esta me dolió más.

-Es porque ya estas mucho mejor-le dijo tratando de animarla.

-Vamos a ver una película-dijo.

Arturo asintió. Casi todo el día vieron películas y se la pasaron muy bien los dos.

Miedo a las Agujas E InyeccionesWhere stories live. Discover now