Carolina

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Era una pequeña que tenia 3 años, tenia dos hermanos mayores, uno de 22 que se llamaba Mario y Víctor de 17. Como Carolina era mucho más chica que ellos, era su pequeña princesa, la adoraban. Mario se había despertado para ir a la universidad, al igual que Víctor para ir a la preparatoria, estaban desayunando. Carolina estaba aún dormía. Sus papás se levantaron para irse al trabajo.

-Hola hijos-dijo su mamá sonriente.

-Buenos días mamá-dijeron los dos al mismo tiempo.

Su padre solo los saludo con la mano y se fue, estaba muy apurado. La madre se sentó en la silla entre medio de sus hijos.

-Mario-dijo su madre-¿me podrías hacer un favor hijo?

-Si mamá, dime-dijo terminando de desayunar.

-Carolina tiene que ir a su cita anual con el pediatra, porqué no tiene todas sus vacunas-dijo tranquila-su papá y yo no podemos ir porqué tenemos una junta muy importante con unos inversionistas nuevos.

-Mamá-dijo desconcertado-¿Cómo que la chiquita no tiene vacunas?

Víctor rodó los ojos por la negligencia de sus padres para con su princesita.

-Si las tiene, pero le faltan 3 y tienen que ponérselas.

-Esta bien mamá, yo la llevo ¿a qué hora tiene la cita?

-A las 4:30 hijo, gracias por tu ayuda, me tengo que ir-dijo un poco apurada levantándose de la mesa.

Besos a su hijos y se fue a su trabajo. Mario se quedo muy preocupado, pues no podia creer que sus padres hubieran sido tan irresponsables con su hermanita. Estaba molesto, sabia que su princesa tenia que recibir las vacunas lo antes posible, aunque también pensó en que sería difícil por ser pequeña y no comprender para que servían las vacunas.

-Hermano-dijo Mario-¿en la tarde me acompañas con la princesa al médico?

-Si por su puesto-dijo sonriendo.

Estaban preocupados, y Víctor pensaba ¿Cómo se iba a comportar su hermanita en el medico? Ya que sería la primera vez que fuera con ella al pediatra. Él también le tenía miedo a las inyecciones y su hermanita era muy pequeña para entender que tenia que recibirlas. Los dos fueron al cuarto de la niña, pero seguía dormida, le besaron la frente y se fueron a la escuela. Alicia, la nana se quedo con la pequeña. Mario se fue en su coche y dejo a su hermano en la preparatoria y después el se fue a la universidad. Los dos estaban muy pensativos en cómo le dirían a su hermanita que debian ir al médico, pero como era una pequeñita, creyeron que no sería difícil. El tiempo de la escuela se les paso muy rápido y Mario fue a su casa, Víctor saldría de la escuela más tarde. Mario estaba notablemente nervioso. 

-Princesa-dijo Mario al entrar a la casa con los brazos abierto.

-Nano-dijo Carolina corriendo a él.

Carolina le decía así a su hermano de cariño, la niña sabia hablar perfectamente bien. Mario la aventó en el aire y la atrapó. La niña estaba riendo a carcajadas. Carolina lo beso en la mejilla izquierda.

-¿Cómo estás mi amor?

-Bien-dijo abrazándolo.

Víctor llego a la casa y también abrazo a la pequeña princesa que lo recibió con mucha alegría. Alicia les servio la comida y los tres empezaron a comer. Mario decidió no decirle nada a su hermanita para no preocuparla todavía. Terminaron de comer y se fueron al cuarto de la niña, la nana llego para bañarla y que estuviera lista para ir a su cita. Víctor y Mario se fueron a sus respectivos cuartos para adelantar tarea. Media hora antes de la cita Mario fue al cuarto de su hermanita quien ya estaba lista.

Miedo a las Agujas E InyeccionesWhere stories live. Discover now