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—¡Yoongi! —Exclamó la madre de este mismo al verle de pie frente al castaño más alto, ambos seguro apunto de pegarse un golpe y la costurera tirada en el piso con una mano en la mejilla y llorando

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—¡Yoongi! —Exclamó la madre de este mismo al verle de pie frente al castaño más alto, ambos seguro apunto de pegarse un golpe y la costurera tirada en el piso con una mano en la mejilla y llorando.

El rubio ni oía a su madre que le gritaba a los lejos mientras corrían ella, la princesa y la madre de esta misma en su dirección. Estaba cegado por la ira y el enojo, tenía los puños apretados y miraba al castaño que le había confrontado con la misma seriedad.

—¡Quiera o no esta mujer se irá de mi palacio en este mismo instante o la sentenciaré al paeng hyung! —Sentenció el rubio, señalando a la costurera en el césped llorando.

—¡Ya le dije que ella no ha hecho nada malo! —Exclamó el castaño alterado—, ¿Es que me está llamando a mí mentiroso?

—Pues creeré antes a las palabras de mi hermana que a las de un hombre que está detrás de una mujer cualquiera. No me importa qué haya ocurrido realmente, si entre ustedes dos hubo algún tipo de relación se acabó, esa mujer se irá de aquí ésta misma noche —Le dejó en claro el rubio, serio, frío e intimidante, ya sin darle compasión a su costurera.

—Hijo, ¿Qué está ocurriendo? —Preguntó la madre del rubio agitada y exaltada, al fin ante estos después de un rato corriendo.

La morena princesa se dispuso a oír pero antes se agachó al césped, quedándose de rodillas junto a la pelinegra costurera, sujetándola de los hombros mientras miraba la escena con seriedad y confusión.

—Algo que debí hacer hace mucho tiempo. Padre ya está muerto, esta mujer no tiene porqué seguir en esta casa —Respondió el rubio refiriéndose a la pelinegra costurera, obviamente.

—¡No puede...-

Entonces la pelinegra, sollozante y adolorida costurera habló, interrumpiendo al castaño príncipe que había estado abogando por ella y le había defendido.

—Está bien —Sollozó la pelinegra, aceptando de una vez su destino—. Me iré hoy mismo como el rey pide.

—¡Per...-

—¡Su majestad, ya basta! —Gritó la pelinegra—, ¡No necesita hacer esto!, además... yo sólo soy una costurera, reemplazarme será tan fácil como remendar un hanbok desgarrado. Si soy de problema para el rey entonces habré de irme.

 Si soy de problema para el rey entonces habré de irme

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The Min Dynasty [Min Yoon-Gi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora