The Min Dynasty [Min Yoon-Gi]

28

La tarde para Inés había sido tranquila, caminó por los alrededores, se reunió para comer junto a Yoongi y su madre y, mientras Yoongi estaba en una reunión extra-oficial acerca de la sentencia de su hermana menor y, como era un tema bastante personal para él, prefirió ni siquiera acercarse a la sala del trono y, mientras el sol caía con un atardecer precioso, ella esperaba a que su hermano llegase de la casa hwarang, queriendo ya verle, saber de su primer día en aquel lugar y, conversar con él acerca de sus inquietudes y, su nueva idea de que Nana fuera su dama principal de compañía.

Pero entonces se le borró esa sonrisa intachable al mirar el rostro de su hermano quien, quebrantado, apenas estuvo frente a ella, se lanzó a sus brazos, haciendo tambalear a la morena que, hizo un esfuerzo por no caerse ante lo pesado que estaba el castaño. Creyó que sólo estaba agotado, pero cuando escuchó los sollozos fuertes de este y, su llanto tan agudo, se sorprendió y se extrañó, intentando alejarlo de su hombro, pero, él siguió aferrado a ella, así que, Inés, realmente preocupada por qué le había ocurrido a su hermano, se dedicó a permitirle sacar toda la tristeza y, le abrazó, esperando a que este se recuperara para poder saber qué había pasado.

Ella suspiró pesadamente, estaba casi segura de que, Taehyung había visto algo que le dolió mucho y, eso, seguramente tenía que ver con la costurera real de su prometido y, el pelinegro hijo de Yang Mi. Sabía muy bien que, posiblemente Nana no sentía nada por su hermano, pero, nunca creyó, si es que sus suposiciones eran ciertas, que a Taehyung le hubiera dolido tanto como para llorar de aquella forma tan agresiva. Para pasados unos minutos, su hermano estaba un poco más tranquilo y, ella pudo conversar con él, acerca de lo que le ocurría.

Sus suposiciones, fueron ciertas. Y, es que Taehyung lo había descifrado de una manera tan terrible que, hasta ella sintió pena por él, si Yoongi -en su caso- le hubiera dicho alguna vez que no le amaba o, no quería estar con ella, habría sido más sencillo que verle besar a otra mujer. Realmente, Taehyung lo estaba pasando mal y, ella preferiría que él lo hubiera descubierto de una manera completamente diferente. Aun así, se encargó de escuchar lo frustrado que estaba el castaño y, lo deprimido que se encontraba en ese momento, ambos, sentados en el solitario patio principal.

-¿Qué haces cuando quieres entregarle hasta la luna y las estrellas a alguien y aun así no te quiere?

Inés no sabía exactamente qué contestar, puesto que, al igual que su hermano, era su primera vez con experiencias amorosas y, su situación sentimental era completamente distinta porque, ella sí estaba siendo correspondida y, no había pasado exactamente por eso nunca. Así que, le miró con pesar, intentando conseguir una respuesta que, no quebrantara más a su hermano y, luego de pensarlo un poco, creyó haberlo descifrado, especialmente después de recordar aquella vez donde creyó no sentir nada por El rey y, cuando pensó que él amaba a Nana.

Inés recordó, lo único que le reconfortó en ese momento.

-Supongo que, aceptas que, quien te hace feliz, también merece ser feliz, con quien le haga feliz.