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—Capítulo 38—

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—Capítulo 38—.

“Muchas flores”

—Si Su majestad se sigue moviendo de un lugar a otro no podré terminar.

La pelinegra con hanbok azul se rió levemente de la hermosa princesa de Goguryeo, quien estaba caminando de un lugar a otro por toda la habitación sin aparentes intenciones de detenerse.

Inés ignoró a la pelinegra que tenía las flores y ornamentos en las manos que, se suponía que debía tener en el cabello desde hace un buen rato, con una mano en la boca, mirando al suelo, descalza y pensando sin parar en todo lo que le correspondió organizar a ella.

—¿Y ya trajeron las flores? —preguntó la castaña, evidentemente inquieta.

—Sí, Su majestad. Apenas salió el sol —contestó la joven, riéndose levemente.

—¿Y la...-

—Su majestad, con su permiso. Debe saber que la princesa se encargó de todo, no debe preocuparse más —interrumpió la pelinegra pueblerina, extendiendo lo que tenía entre las manos—. Debe estar tranquila, Nana sabe lo que hace.

Inés se puso una mano en la frente y terminó desplomándose, resignada, en la silla del tocador. La que ahora era una de sus damas de compañía, Jisoo, la amiga de Nana, sonrió satisfecha y, no tardó en acercarse a cumplir con lo que le tocaba, antes de que llegaran las demás damas.

La princesa miró hacia la ventana abierta, viendo a los siervos ir de un lugar a otro apresuradamente, había un bullicio afuera y el palacio estaba completamente limpio. Confiaba plenamente en Nana, pero, incluso así, no podía quedarse tranquila, ¿Cómo hacerlo?

Las damas de compañía, las nuevas damas de compañía, para ser exactos. Entraron a su alcoba cargando cada una o, con ayuda de la otra, todos los baúles de accesorios y las telas guardadas, definitivamente tenía que confiar en que Nana se encargaría, como últimamente, de todo.

Suspiró profundamente, quería vomitar, no podía negarlo.

—La princesa está muy nerviosa por su ceremonia de bodas, ¿No es así? —sonrió la pelinegra con cabello trenzado, Jisoo, a quien Nana había traído al palacio para reemplazar su puesto como dama de compañía principal de la princesa Inés.

No sabía si lo que la muchacha le decía le hacía sentir mejor o peor, todas lucían felices, menos ella. No es que no estuviera feliz, es que estaba tan nerviosa como su cara lo demostraba.

Aunque todo lo referente a la boda se había revisado una y otra vez durante la semana completa, seguía inquieta. No tenía el derecho de hacer nada, sólo podía decir qué quería y qué no, de resto, ni siquiera podía salir del cuarto de preparativos.

Sus padres debían llegar pronto, los invitados, todo, simplemente todo era aterrador en ese momento y, no conseguía la forma de calmarse.

Salió de su cabeza en el momento en que la puerta sonó, ella estaba sentada en la silla frente al tocador, mientras su cabello era delicadamente perfumado y acicalado por las damas de compañía asignadas por Nana, quien se hallaba ausente con un paradero completamente impredecible, actualmente podía estar en la corte real y de repente montando a caballo fuera de la región.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2023 ⏰

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The Min Dynasty [Min Yoon-Gi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora