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—El rey ha empezado a enfermar porque ha estado haciendo muchas preguntas acerca de su padre y los secretos de la familia Min

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—El rey ha empezado a enfermar porque ha estado haciendo muchas preguntas acerca de su padre y los secretos de la familia Min.

Y ahí estaba, la pelinegra mujer, mirándose al espejo mientras se colocaba un bálsamo en los labios y, tres de las damas de compañía de la reina, le escuchaban, dentro de la habitación de Yang Mi.

—Sé que mis ofrendas serán contestadas. La familia Min arruinó mi vida y, empezarán a pagar por lo que nos hicieron a mi hermana y yo.

La mujer aventó con mucho enojo el espejo de mano al suelo, partiéndose en pedazos que se regaron por el suelo, aun con sus cómplices espectando lo que ocurría y esta decía.

—¡Todos van a pagar! —Gritó—, no faltan más que algunas semanas para que El rey y la princesa Inés se casen. Y ésta vez no vamos a fallar, mi hijo está lejos ahora que sabe toda la verdad y no podrá interponerse en mis planes. Quiero que ésta misma noche traigan a Nana y, luego, le lleven a la princesa un té muy especial.

Nana seguía sin comprender muy bien qué era lo que estaba ocurriendo exactamente, no había podido ir a la casa hwarang puesto que los guardias le explicaron que El rey Min dió la orden de que no fuera así y, ahora, que apenas empezaba el día, se h...

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Nana seguía sin comprender muy bien qué era lo que estaba ocurriendo exactamente, no había podido ir a la casa hwarang puesto que los guardias le explicaron que El rey Min dió la orden de que no fuera así y, ahora, que apenas empezaba el día, se hallaba sentada en silencio en la habitación de la princesa Inés, a donde los guardias le ordenaron ir por pedido de ésta misma. Observaba en silencio los alrededores, era un lugar muy organizado, lujoso y bonito, sentada junto a una mesa con un precioso jarrón con flores amarillas reposando.

Para cuando las puertas deslizables de papel se abrieron, la joven princesa entró por la puerta, luciendo un precioso hanbok morado mientras que, era acompañada por una mujer guardia que, estaba detrás suyo en silencio y, cerró la puerta, quedándose a un lado de esta misma en silencio. La preciosa princesa, le sonrió amistosamente a la castaña costurera, sentándose frente a esta junto a la mesa, ignorando por completo a la mujer que, se quedó junto a la puerta.

—Seguramente tendrás muchas preguntas.

Nana sólo se puso en pie, hizo una reverencia a esta y, por una seña que la misma princesa le hizo con su mano, volvió a sentarse en silencio, mirándole con intriga.

The Min Dynasty [Min Yoon-Gi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora