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"El arullo de El rey"

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"El arullo de El rey".

No tenía mucho control sobre su pesado cuerpo, sentía dolor en todo su interior, su cabeza dolía y, se sentía fuera de sí, frío y débil, su garganta estaba seca y, no podía siquiera abrir sus ojos pesados, pero, a pesar de sentir frío en su cuerpo, su mano recibía calor por otra. Entonces, se quejó al intentar moverse y, consiguió abrir lentamente sus ojos que, ardían. Aclaró un poco su mirada y, entonces, sintió aquella calidez y paz en su pecho apenas vio a aquella preciosa mujer de cabello castaño y piel morena, sujetando su mano, con la cabeza recargada en la cama, dormida con los ojos hinchados y, rastros de lágrimas por el rostro.

Estaba vivo.

Intentó sentarse, pero fue en vano, si cuerpo dolía por completo y, apenas y podía siquiera respirar, entonces, ella despertó, sobresaltándose apenas notó que los ojos de este estaban abiertos, a punto de llorar de nuevo, se levantó y, él apretó con toda la fuerza que le quedaba la mano de esta, impidiéndole irse seguramente a avisar que él ya había despertado. Hizo ademán de intentar volver a sentarse, pero, nuevamente, no tuvo la capacidad de hacerlo y, la morena princesa al borde del llanto le dijo que no se moviera.

-Debo llamar al médico -Decía ella, desesperada, aterrada.

-Ya no voy a morir, tranquila.

Ella apretó los labios, conteniendo las ganas de llorar fuertemente y, volviendo a sentarse en la silla donde estaba, junto a la cama, mirando con tristeza al rubio. Este le miraba fijamente y, entonces, se jaló hasta él, abrazándola como pudo y, apresándola en su pecho. La mujer empezó a llorar en silencio, aferrándose a las ropas del rey, sollozando y, haciendo un esfuerzo por no hacer un escándalo. Sintió la mano de este acariciar su cabello y, con la otra, su espalda, escuchando el fuerte latido de este.

Entonces, cuando ella se apartó de él y, le miró a los ojos, este también tenía lágrimas en los suyos y, le acarició la mejilla con tristeza.

-Tuve miedo de perderla.

La mujer empezó, nuevamente, a llorar.

-¡Era usted el que iba a morir, no yo! -Le gritó ella, enojada.

-Y aún así, sólo pensaba en que no quería morir, porque no quería dejar de verle.

-¡Es un idiota! -Le gritó ella y, se ocultó nuevamente en el pecho de este a llorar-, ¡Creí realmente que moriría y usted ni siquiera pensó en usted!

El rubio rió levemente, acariciando la espalda de esta en busca de calmarla.

-¡Y ahora sólo se ríe! -Gritó sentándose nuevamente ella-, ¿¡Puede por un momento tomarse en serio esto!?, ¡Estuvo a punto de morir de no ser por...-

Entonces, El rey Min, se sentó repentinamente y, sujetando la mejilla de la princesa, le silenció con un casto beso en los labios, dejando a la llorona princesa paralizada. Él lentamente se alejó de ella y sonrió.

The Min Dynasty [Min Yoon-Gi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora