Capítulo 13

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Gianna

–¡Todo es culpa de Álvaro! –Dijo enojada Emmi–.

–Coincido –exclamé–.

–Chicas, cálmense, es sólo volver por donde subimos...

–¡Cállate! –Gritamos al mismo tiempo–.

Todo iba muy bien hasta que Álvaro sugirió desviarnos un poco del sendero porque llegaríamos antes.

***

2 horas antes

Había terminado de entregar mis datos para visitar la estación experimental de Frutillar, un lugar de investigación que alberga árboles de cientos de años, donde destaca un laurel de 700 años. Este lugar pertenece a la Universidad de Chile. Estábamos de suerte, pues era el primer sábado del mes y como excepción lo abrieron hoy –normalmente es de miércoles a viernes y primer sábado del mes–.

La encargada del recinto nos dijo que el sendero estaba guiado por flechas, así que era muy fácil visitar la estación.

Nos tomamos una foto antes de comenzar el sendero que debía durar 45 minutos aproximadamente.

Parábamos a leer un folleto que tenía información de los árboles, así que supusimos que duraría más.

Llegamos a un punto que tenía dos flechas, una indicaba el laurel de 700 años y la otra nos llevaba a otros puntos del mapa. En ese momento estábamos muy cansadas, pero queríamos ir a ver el laurel, así que comenzamos a subir el cerro en que estaba ubicado, Álvaro vio un mini sendero que iba cerca del principal y en un momento se separaron, por tanto nos dijo que ese era un atajo y que lo siguiéramos. Emmay yo no estábamos muy convencidas, pero mientras antes termináramos de recorrer, mejor.

***

–Bajemos por donde veníamos y llegaremos al sendero oficial.

–Más perdidos de lo que estamos es imposible estar. Vamos –suspiré cansada–.

Comenzamos a descender por la cuesta. Cabe destacar que no encontramos nunca el dichoso árbol.

Bajábamos y pasábamos entre matorrales y grandes árboles, cada vez más perdidos.

–Cuando logremos llegar a la salida ni me hables, Álvaro –dijo Emma–.

Después de unos 20 minutos y unos cuantos golpes y rasguños, llegamos al punto donde habían dos flechas que indican ambos senderos, las cuales habíamos visto antes de subir al "atajo".

–Entonces... ¿Quieren ir al laurel? –Preguntó Álvaro con una sonrisa. Mi amiga y yo lo fulminamos con la mirada–.

–No te respondo como quisiera sólo porque me desmayaré del hambre si no almorzamos pronto –dije–.

–Tú invitas el almuerzo –exclamamos Emmay yo al mismo tiempo–.

Continuamos el sendero hacia la salida y luego visitamos una cascada que estaba afuera del recinto. Era bonita y pequeña. Nos sacamos un par de fotos, descansamos algunos minutos mientras esperábamos a que llegara el taxi que nos llevaría de vuelta al centro de la ciudad para poder almorzar.

Almorzamos en un restaurante frente al lago que se veía muy costoso. Álvaro nos dijo "pidan lo que quieran, se los debo como disculpa" y lo tomamos muy en serio: ensaladas, entrada, plato de fondo, jugo natural y doble postre.

Luego de comer, fuimos a recorrer el museo colonial a cargo de la Universidad Austral, este recinto posee recreaciones de casas coloniales y sus jardines. Vimos muebles, indumentaria de la época colonial y herramientas de madera y hierro y acero –estos dos últimos materiales fueron traídos por los colonos alemanes a Chile–. Cuando terminó el tour guiado al cual nos unimos, fuimos a visitar la laguna de flor de loto que hay dentro del museo. Nunca había visto tantas flores de loto. Son realmente preciosas.

Para finalizar el día, fuimos a visitar el teatro del lago, estaba cerrado, pero pudimos comprar productos naturales de una tienda que estaba afuera de este, luego pasamos a la cafetería que estaba junto a este lugar y para concluir fuimos a bañarnos al lago. El agua estaba más tibia a eso de las 18 hrs.

***

El domingo por la noche fuimos hasta Puerto Montt para regresar a nuestra ciudad. Fue un fin de semana maravilloso. Finalmente, perdonamos a Álvaro por hacernos caminar de más.

¿Quién diría que es tan bonito ir de viaje con amigos? Creo que tengo que hacer un viaje con Romina en un futuro si coincidimos en tiempos libres.

A pesar del tiempoWhere stories live. Discover now