Capítulo 35

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Gianna

Llevamos tres días trabajando y aún no llegamos a un acuerdo. Mientras que Julián dice que deben haber muchos colores y caos dentro de la imagen, yo opino que podría haber más orden y centrarnos en el color del año: Viva Magenta 18-1750, ya que la mayor cantidad de publicidades de hoy es con desorden, podríamos destacarnos así y nuestra tienda es "exclusiva" por tanto no puede ser una publicidad común y corriente, sin embargo, él cree que resultará aburrido y que no capturaremos al público objetivo: adolescentes y adultos jóvenes.

El primer día tenía ganas de matarlo y besarlo al mismo tiempo. No creía eso posible.

Julián es un caso serio. Tiene novia, pero coquetea conmigo. A pesar de todo lo que hizo Anaís, no se merece pasar por un engaño.

Hace unos días me enteré que todo lo que Anaís sabía de Julián y yo, lo había dicho Vivian, de hecho, por lo mismo el día en el bar karaoke donde cantamos "odio que no te odio" no estaba en absoluto sorprendida.

–¿Vas a ir a almorzar? –Me preguntó–.

–Sí. Almorzaré en el restaurante que queda cerc... –enmudecí de golpe–.

–Donde nos reencontramos, buena opción, yo también planeaba comer allí. Si quieres, podemos ir juntos.

–No, gracias, voy con Andrea, mi colega. Adiós, Julián, nos vemos en media hora.

Era una total mentira, pero no quería que me continuara insistiendo. Me dirigí al restaurante y Guido tenía la mesa reservada.

–Oh, hola, señorita Ellis, ha pasado bastante tiempo, ¿por qué no ha venido?

–Primero, dime Gianna, por favoooooor, y segundo, mi amiga se mudó a casa y ella me cocina.

–Está bien, Gianna. Traigo en seguida el pedido.

–Aún no he ordenado...

–Su novio envió un texto ordenando dos platos de tortellinis.

Respiré profundamente.

–¿Por casualidad, el chico se llama Julián Burnett? –Asintió–. Entonces añade al pedido un jugo de berries, duraznos con crema... –pensé por un momento– ah! un café y unas galletas, para llevar cuando termine de comer, por favor, él paga.

–De acuerdo. ¿Dos de todo?

–Eh, sí, ¿por qué no? –Sonreí–.

Minutos después apareció mi "novio".

–Hola, mi amor, ¿esperaste mucho? –Me miró y se acercó demasiado, casi me da un beso en la mejilla si es que no me muevo a tiempo–.

–Hola, Julián.

–¿No rechazaste mi invitación?

–¿Por qué lo haría? Es un almuerzo gratis, además me encantan los tortellinis, el jugo de berries, duraznos con crema, el café y las galletas –sonreí–.

–¿De qué...?

–Ah, agregué unas cositas al pedido, espero no te moleste –sonreí inocentemente, se lo merece por estarme molestando estos días–.

–Oh, me asustaste, creí que Guido te había dicho el resto de la orden –la sonrisa se me borró del rostro–. Gia, te conozco y sabía que agregarías justamente eso. Julián 1 - Gianna 0 –rió–.

Los años pasan y sigo cayendo en sus jugarretas.

–Julián, podrías moderarte un poco –advertí con cara de pocos amigos–.

–¿Por?

–Tienes novia, aunque se haya equivocado, no merece lo que le haces. Además, me quedaré como "la otra", "la fácil", "la resbalosa", "la baja novios", etc, si terminas con Anaís.

–No te preocupes por eso.

–Para ti es fácil, si los hombres hacen estas cosas no son tan criticados como las mujeres –dije casi histérica–.

Levantó las manos en señal de paz cuando se aproximó Guido. Tomé ese gesto como que me daría mi espacio dentro del trabajo.

Cuando regresamos a la oficina, Sergio nos estaba esperando para que le diéramos los avances del proyecto. En resumen, no tenemos absolutamente nada. Julián se encargó de desechar mis conceptos y yo los suyos.

–Pues... –comencé a hablar, pero Julián me detuvo–.

–Lo que pasa es que tenemos un pequeño desacuerdo en cuanto a la imagen y los colores a utilizar. Gianna va por el orden y utiliza como máximo dos colores aparte del magenta para que este destaque, mientras que yo prefiero caos y colores fluorescentes en los colores de fondo a utilizar y que el magenta destaque lo justo y necesario, todos saben que es el color del año según Pantone.

–Nuestras tiendas están enfocadas a la exclusividad, puesto que nuestros diseños son producidos en poca cantidad, por lo que la campaña debería enfocarse en eso. Tenemos vestidos de fiesta, poleras, jeans y pantalones de tela, zapatos, etc. No pierdan el rumbo queriendo parecerse a las demás marcas ni tampoco sean extremistas al hacer algo totalmente opuesto a las tendencias. Son los profesionales más capacitados de las tres sucursales, deben hacer bien su trabajo.

Auch, eso dolió.

Pasamos el resto de la tarde intentando llegar a un acuerdo y probando las combinaciones que proponemos. Julián se sentó junto a mí y navegamos por todos los sitios habidos y por haber en internet, para sacar ideas. Hace muchos años que no pasábamos tanto tiempo juntos como estos días.

A pesar del tiempoWhere stories live. Discover now