Capítulo 18🎭

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Capítulo dieciocho:

      Salimos del McDonald repletos hasta el buche. Presionaba mi ombligo en forma de jarana, pero fuera de juego si quería sacar los Nuggets de más y la hamburguesa de queso que pidió James para mí. Subimos al auto, mis ojos se abrieron como platos cuando el elástico de mi pantalón estaba apretándome.

—¿Estas bien? —preguntó cuándo notó mi rostro.

—En realidad, no—afirmé bajando el elástico, sacando mi redonda barriguita—. Ahora, puede ser que sí.

—¡Perfecto!— dijo colocándose el cinturón de seguridad.

<<No, ok no>> ¿Cómo pretendía él que yo usara eso? Es decir, malamente puedo respirar por el pantalón. James me observaba insistente, creo que esperaba yo me pusiera aquel arnés.

Suspiré y con el conteo hasta tres me puse aquella cosa. Lo acomodé un poco para que no me apretara tanto o sino mi novio iba a tener que limpiar mi vomito.

Las calles estaban pobladas de autos. El camino no estaba siendo acompañado ni por música. Él estaba atento para evitar accidentes. Yo jugaba con el mini Ronald McDonald de mi Happy Meal.

—¿Qué hacemos? Mira, apenas son las once—dijo sin quitarle la vista a las carreteras—. ¿Quieres ir al central Park?

—Me parece bien, caminar entre la poca nieve.

Condujo hasta el parque, pero me otorgó el placer de escoger música. En la radio sonaba una canción de Taylor Swift y Kendrick Lamar “Bad Blood”. Amo esa canción, como mismo amo a Taylor Swift.

Me puse a contar los autos rojos del camino, incluyendo esos que tienen color vino. James no decía una palabra, algo aburrido se me hizo el trayecto.

Al bajar del auto, lo rodeó para solo darme la mano y volver a caminar lo que hizo hace unos segundos. No sé, tal vez no esté enamorado, pero yo en este tiempo hice firme este sentimiento como cimiento de edificio.

Caminamos hasta el inicio del parque para luego recorrerlo y sentarnos delante del Turtle Pond en una de sus bancas cercanas. El hielo comenzaba a derretirse, la vista era hermosa con mi James al lado.

Mi lugar seguro es él. No tenía ni idea de lo importante que es para mí sentarme a su lado a ver el lago. Ese momento tan simple, ese sencillo hecho de pasar más tiempo con él.  Amo el teatro, pero amo muchas más las ausencias del director.

…Narra la autora…

Ella no imagina que un día ese lugar será su más doloroso recuerdo, como lo son las duchas o cada parte de su casa. Demasiado fresca la autora como para adelantarse a muchos acontecimientos.

Los roces de muñeca, sonrisillas y charlas susurradas de vez en cuando fueron el acompañamiento perfecto en esa mañana.

Comenzaron a andar el parque, tirándose selfies en cada rincón lindo. Tomaron una posición algo lejana al gran Castillo Belvedere, construido en mil ochocientos sesenta y cinco. La arquitectura del castillo está enmarcada dentro de un ambiente y estilo Victoriano. Se encuentra situado en el punto más alto del Central Park. Actualmente el castillo sirve como lugar turístico, además de ofrecer excelentes panorámicas de sus alrededores y seguramente lindas fotos.

James siempre salía muy serio, sus intentos de sonrisa fueron en vano o muy leves para los rostros de contenta que hacía Cloe. Tomados de la mano siguieron su ruta hasta encontrarse con el vehículo de James. Las dos horas que pasaron charlando y susurrándose cosas de parejas se fueron como agua de cascada.

—¿Dónde vamos?—preguntó caminando a su lado como niña pequeña.

—Adivina—dijo deteniéndose con sus dos manos puestas sobre sus hombros y ojos como platos—. ¡Acércate! — susurró y como boba obedeció, poniendo su oído en las cercanías de la comisura de su boca—. Es una sorpresa—dijo plasmando un beso en su oído.

Bajo reflectores ©️[Completo]✔️Where stories live. Discover now