40. Final 🎭

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Capítulo cuarenta:

      En un cementerio de Medellín un narcotraficante deprimido lloraba junto a su esposa e hijo. Hoy se cumplía aniversario de muerta de su pequeña. Todos dicen que los hombres no lloran, pero ¿Cómo detener el llanto cuando muere alguien que amas? Cuando solo te quedan las fotos donde alguna vez fuiste feliz.

El colombiano dedicó los años de viva su pequeña en hacerle feliz. Trató de hacer lo imposible solo para verla sonreír. Incluso, no dejó que su cabello creciera. Su esposa olvidó como ser mujer, ella tampoco quería lucir una cabellera mientras que su niña perdía la suya. Jean fue otro de los que se sumó a estar calvo.

La noche estaba lóbrega, el clima estaba pésimo, en cualquier momento comenzaría a llover. Pero, eso no era impedimento para poner unos claveles rojos y rendirle tributo a Karla.

—¿Cómo permitimos esto?— preguntó la rubia lloriqueando— .Dejamos que la muerte de la niña nos afectara.

—¿Cómo se termina de curar un corazón roto? Yo estaba huyendo de la policía y puse la vida de ustedes en peligro.

—Ramiro, supongo que es hora de empezar de nuevo. Sé que ella quisiera vernos felices, juegas a ser fuerte. Pero, en el fondo aun te duele que ella no este.

_Nunca va a sanar esa herida—dijo haciendo una pausa— .La muerte de un hijo es un vacío en el alma, pensarla me duele aún mas y recordar que fue mi culpa es mucho peor.

—Opino que Mariela tiene razón—interrumpió Jean—. La muerte de mi hermana a mí también me dolió, me uní a ti para ser fuerte. Sé que ella hubiese querido eso, que seamos felices.

…Dos meses después…

    Emma y Zoe estaban siendo buscadas por la justicia, pero ellos ingenuos no sabían que ellas se estaban pudriendo en una fosa llena de cadáveres.

     En cambio, la evolución de la pequeña avanzaba a la perfección. Ya la psicóloga aplicaba métodos para hacerle ver que aquel suceso solo fue algo sin peligro. James le propuso matrimonio a Cloe cuando sintió que su hija ya estaba mejor. Esperar dos meses fue una estupenda idea.

Los padres de Cloe ya aceptaban a James, aunque todos sabían que era porque no era aquel chico pobre que ella conoció hace cuatro años.  Toby ya no les acompañaba, el perrito había muerto porque enfermó gravemente.

Cloe se miraba en el espejo, estaba orgullosa de que al fin iba a casarse con el hombre que siempre ha amado. Porque, desde el primer día que se conocieron supo que era él. Además, en su pancita crecía otro bebé. Todos esperaban ansiosos un varoncito. Pero, Mabel quería una hermanita.

Brigitte se acercó a su amiga, ella y Patrick iban a ser los padrinos. Miró a su amiga, ella le recordaba los tiempos en el teatro. Ya no era emo, aunque ella aun guardaba en su cuerpo recuerdos de aquel estilo. En sus manos llevaba el gran ramo de flores rojas y blancas.

—Me voy a adelantar. Nancy y las otras chicas van a cuidarte—dijo sosteniendo sus manos.

—No te preocupes, yo me encargo de que no se arrepienta por casarse— bromeé acercándose a ellas— . ¿Estas lista?

—¿Para ser feliz? Supongo que sí.

En la iglesia esperaba un novio desesperado. Estaba ansioso de ver a su prometida entrando por las puertas. Al fin, iba a conseguir la familia que siempre soñó. Esos meses fueron muy prósperos.  Quedaron claras todas esas cosas que por causa del secuestro no se pudieron hablar.

La madre de Cloe buscaba defectos en las decoraciones que se habían usado, no se le permitió tener acceso a esa actividad. Fue la encargada, pero solo de la comida para los doscientos invitados. Además, ella fue la encargada de permitir la entrada de pocos periodistas y que otros esperaran fuera de la iglesia.

Su padre estaba orgulloso, al fin iba a llevar  a su hija de blanco. James al principio no le agradaba, él ayudó que ese amor tuviese que darse un tiempo. Pero, ahora solo le tocaba aceptar la decisión de su hija porque James era el padre de sus nietos y le demostró que era capaz de amar a su hija.

Tomó a su hija de la mano y le dió una vuelta, mientras le decía lo linda que se veía.  Estaban justo cerca de la entrada de la iglesia.

—Nunca imaginé que él iba a ser tu futuro esposo. Me disculpo por lo que pasó hace años— dijo su padre tomando sus manos— .Espero que eso haya quedado en el pasado.

—Lo importante es que ya estamos juntos, incluso James no habla respecto al tema papá. Debes olvidarlo, ya esos años acabaron y al fin mi pequeña va a estar con su papá. Si Dios quiere, pronto seremos cuatro.

—Yo creo que ya es hora, el novio no merece esperar tanto. Estoy orgulloso de tí.

Avisó que ya la novia estaba a punto de entrar. Comenzó a sonar la marcha nupcial y todos se pusieron de pie. El novio miraba enamorado a su chica. Ella era la mujer indicada, lo supo desde el primer momento. Ni siquiera necesitaba firmar esos papeles para quedarse a su lado.

La pequeña Mabel llevaba los anillos, iba a unos pasos detrás de su mamá. Usaba un lindo vestido blanco bien largo como los de las princesas. Tenía pequeñas florecitas doradas y un lacito pequeño.

La iglesia parecía un jardín, decorada con flores blancas. Muy sencilla para ser la boda de dos grandes actores como James y Cloe.

Patrick fue quien cogió el ramo de la novia, nuestro amigo dijo que él sería el próximo en casarse. La música suave se apoderó del lugar, todas las personas con pareja se adueñaron de la pista. Los padres de Cloe vigilaban que todo saliera a la perfección, incluso se tomaron fotos para portadas de famosas revistas.

James y Cloe bailaban junto a su pequeña bien junticos. ¿Qué vida tan perfecta? ¿No? Al final los grandes amores se vuelven a unir. Porque como dice mi mamá: lo que es para ti, será tuyo toda la vida. No importa la distancia, el tiempo o las circunstancias, tarde o temprano regresa a ti.

El destino no es algo que conozcamos, pero lo que sí está seguro es que, algo la vida nos tiene preparado.

—¿Nos amaremos por siempre?— preguntó la pequeña.

—Incluso después de la muerte— respondió su mamá.

—Nada nos va a separar, ahora yo estaré contigo recuperando el tiempo que perdimos— comentó James— .Tenemos toda una vida para darnos amor.

¿Quién iba a decir que aquella pareja que inició hace cuatro años tendría una familia? ¿Qué aquel momento inesperado en la ducha sería el gran comienzo de algo bonito? ¿Quién se esperaba que ellos se fueran a querer tanto? O que los obstáculos no iban a impedir ese romance. Por eso en Bajo reflectores quiero enseñarte que el amor, si es de verdad, no tiene fronteras.

…Fin…

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