Bajo reflectores ©️[Completo]✔️

Capítulo 24🎭

Capítulo veinticuatro:

       James se arreglaba. El padre de Cloe le llamó para que asistiera a la cita de trabajo en la Compañía de Megan. Se puso un traje negro sin corbata y su pelo realmente arreglado. Se miraba en el espejo con una sonrisa más bien para engañarse a sí mismo <<Estoy feliz>> se repetía una y otra vez.

Al otro lado del Central Park una chica había usado más de treinta cajas de pañuelos y helado de chocolate. Brigitte ese día fue para ayudarle a recoger sus cosas para que en abril fueran menos los regueros. Unos mareos extraños invadieron a la chica, pero nunca le pasó por la cabeza hacerse una prueba de embarazo.

—Me he sentido extraña desde hace un tiempo para acá— dijo mirando al suelo— . Fatigas y unas ganas de vomitarlo todo.

—¿Te ha dado otras veces tanto tiempo? Recuerdo que en el teatro no te quejabas.

—No, también tengo un atraso de dos días— habló apretando sus labios, entraban conclusiones a su cabeza— . Aunque, a veces mi regla se vuelve algo retrasada.

—¿Cuándo fue la última vez que follaste?— preguntó su amiga buscando cuerdas por donde agarrarse.

—¡No estoy embarazada!— abrió los ojos como plato—. En realidad, no estoy embarazada— susurraba para creérselo mejor.

—¡Voy a buscar un test de embarazo!

James llegó al gran edificio donde su ex suegro le consiguió “Trabajo” o por lo menos, ahí era la entrevista. Se adentró en el gran rascacielos de colores muertos, pero por dentro era demasiado diferente. Contaba con una amplia recepción completamente de mármol y palmitas en unas masetas. En una pared estaba el logo de esa industria y una cascada por delante cubriéndole.

Una chica rubia con un traje negro estaba a cargo de la recepción. Ella estaba al teléfono cuando él llegó, así que tuvo que esperar un poco. Se estaba impacientando demasiado de estar parado ahí sin hacer nada. Pero, la chica hablaba de algo serio con uno de sus jefes.

—Buenos días—se acercó apenas vio que ella colgó—. Mi nombre es James Clarson, soy…

—Se quién es—interrumpió ella—. Pasillo cuatro, piso tres y ahí le espera la señorita Megan y el señor Juan Butson.

—Gracias—se despidió con una sonrisa y se marchó.

<< ¿Por qué Juan Butson estaba ahí?>> se preguntaba mientras buscaba uno de los ascensores, hasta donde él sabía él se dedicaba al comercio y no a las industrias del arte.

En el pasillo cuatro había varias puertas que a su lado estaban los nombres de los dueños, pero ninguna decía Megan. Se acercó una de las secretarias, una morena de cuerpo perfecto parecía una modelo por la belleza de su piel.

—¿Hola?—preguntó James y ella le sonrió ampliamente—. Estoy buscando a Megan ¿Cuál es su oficina?

—En realidad, aquí no es. Pero, ella está en aquel gran portón. Esa es la sala de reuniones de la empresa general.

—Gracias— después de decir eso se retiró.

Tocó la puerta y los ojos se le iban por todos lados << ¡Qué lugar tan maravilloso!>> la vista de Manhattan desde ahí era para volverse loco. Esculturas de Miguel Ángel y fotos de las grandes estrellas de esa industria e incluso los más famosos del país. Le esperaban en una mesa gigante, parecía tener un total de veinte plazas amplias para cada directivo o miembro importante.

Megan hablaba susurrando con Juan hasta que le vieron llegar. Chocaron las manos y luego se acomodaron en su sitio, James no tenía ni idea de que iba a pasar ahí.