Capítulo 34🎭

10 6 0
                                    

Capítulo treinta y cuatro:

…Narra Cloe…

     Sentada en un sofá de mi camerino estaba pensando, tengo muchas razones. James se había retrasado, después de anoche eso era un punto a mi favor. Honestamente, todo pasó muy rápido respecto a Zoe, yo no quería que ella saliera lastimada. Patrick se me acercó con un buen té de manzanilla y miel, mi garganta no estaba muy bien por el daño que me hizo el detergente en la escena familiar del comercial, incluyendo las alergias.

—James… ¿No ha llegado?— pregunté afligida.

—No, pero avisó de que llegará tarde— mi amigo tomó una revista, puro macho en ella.

—Debo contarte algo.

—Zoe y James pelearon— mis ojos se abrieron como plato, él sabía sobre eso— .Tranquila, ella se encargó de divulgarlo y adivina.

—¿Qué debo adivinar?

—Dicen los medios que tú eres la culpable, se filtraron fotos en un McDonald alquilado por él.

—Joder, viven pendiente a todo. Los periodistas de famosos digamos que son un poco…

— ¿Chismosos? ¿desocupados? amiga, ganan por eso— dijo apretando sus labios elevando sus cejas.

—Lo sé, pero aish. Necesito espacio, donde ellos no se entrometan.

—Deja el arte, deja de actuar, hazte una operación facial— hizo una pausa y cerró la revista colocandola sobre sus muslos—, tienes dinero para hacer las tres al mismo tiempo.

—Patrick, no colaboras.

Dejé que él se quedara solo, salí de mi camerino en busca de aire. Ahí fue cuando lo vi a él corriendo y yo me sintiera como una adolescente enamorada, nerviosa. Estaba sudado, pude notar eso por el brillo que provocaba el sudor en su rostro. La camiseta que llevaba estaba pegada a él, sencillamente estaba ¿comestible? ¿incita a una violación? ¿seductor? quedo corta entre tanta hermosura. Ese hombre me tenía mal, aunque nuevamente vuelvo a quedarme escasa.

El director solo me miró, esa era la señal que dentro de segundos empezábamos a rodar. Me acerqué a ellos, buscando que James se acercara primero. Cosa que hizo, parecía leer mi mente de forma exacta.

—¿Estas bien?—pregunté y él asintió.

Hice para alejarme, pero agarró fuerte mi brazo para luego pasar a mi mano. Sus ojos brillaban, trataba de decirme algo, pero la agitación no le dejaba. Su pecho subía y bajaba, aún estaba un poco sudado.

—¿Cuánto corriste?—inquirí curiosa por su faceta.

—Del estacionamiento hasta aquí—aguanté la risa, era una distancia corta para un cuerpo musculoso.

—Débil— susurré sin que pudiera escucharme— . Hoy es la escena del beso.

—Lo sé, la he estado esperando desde hace cuatro años.

—No tienes que tocarme mucho cuando lo hagas.

—No si es necesario, pero no prometo nada.

—Esto es televisión, es un poco fingido.

—Para mí ese beso…no será fingido porque yo lo quiero. Sé que tú... también lo deseas.

No dije nada, solo amablemente solté mi agarre y me perdí junto a la escritora. Ella estaba nerviosa, no tengo que tocarla para saber que su temperatura es más baja que la de una rana. Daba pequeños brinquitos y se emocionó contándome de que nunca esperó que esto pasara. Ella estaba cumpliendo su sueño, eso era lo que la llenaba de placer.

Bajo reflectores ©️[Completo]✔️Where stories live. Discover now