|| Capitulo 7 ||

1.2K 186 154
                                    

—¿Quieres pararte por un segundo?

—No.

—¡Alemania, que te esperes!

El susodicho frenó en seco, girándose con el ceño fruncido y labios en mueca, mirando al ruso con brazos cruzados, irritado por las quejas del más mayor.

—No hagas perder el tiempo, el chiquillo tiene que estar cerca, no voy a estar esperando a que salga de la ciudad para cogerle.—Expresó el alemán, esperando a que el contrario le comentase lo que fuese para poder seguir con su misión.

Rusia resopló, negando minimamente ante la lógica ajena—Qué, ¿planeas hacerlo todo tú solo?

Aunque el sarcasmo del alfa sonó bastante literal para el alemán, que asintió. Rusia frunció el ceño, chasqueando la lengua con indignación y exasperación.

—Alemania, es un trabajo en equipo, espérate a que lleguen las patrullas que has enviado—Gruñió ya cansado de la actitud adversa.—Puede ser un niño de diecisiete años, pero sigue siendo un asesino.

—No te tienes que preocupar por mi—Comentó soberbio, agarrando la pistola que tenía atada a su muslo—Sólo quiero ir adelantando trabajo.

—Alem-

—Ya cállate, a veces se te olvida que sigo siendo tu superior—Espetó furioso, cansado de escuchar las proposiciones del rubio.

Rusia cerró la boca al instante, colérico al saber que ciertamente tenía razón; podría aconsejarle lo que quisiera, pero no podía desobedecer sus órdenes si no quería una sanción. Negó de nuevo, agarrándose del puente de la nariz con desdeño.

—Vale, ¿y cómo se supone que le vas a seguir el rastro? Necesitamos la colaboración de otros agentes para ello.—Refutó el ruso, haciendo caso omiso al alemán.

—No hace falta que me sigas si no quieres, puedes ir revisando las cámaras de esta zona: ve hablando con inteligencia y me lo vais comunicando—Contestó este, no tomándose demasiado enserio los argumentos del contrario.

Estaba acostumbrado a trabajar solo; si hacía falta colaboración, siempre iba a ser de apoyo. Era rápido en su trabajo, no tenía tiempo que echar a perder por esperar, siempre iba con un paso por delante.

El alfa bufó, sus labios torcidos y su paciencia disminuyendo por segundo—¿y dejarte solo para que te pase algo? No solo saldrías perjudicado tú, mi oficio también es protegerte.

Alemania alzó una ceja, siendo gemelo a la mueca desagradable del ajeno—No me va a pasar nada, es un niño.

—Un niño que ha matado a toda su familia.

—Rusia, he trabajado con peores homicidas.

Y tal cómo se esperaba el ruso, su paciencia finalmente terminó. Exhaló con fuerza e incredulidad, alzando su mano con desdén y rabia; le miró con cejas fruncidas, gruñendo sus palabras.

—¿Tan difícil te es aceptar un mínimo de ayuda?

—Ok, ¿me quieres ayudar o vas a seguir molestando y malgastando mi tiempo?—miró expectante al mayor, dando leves toques al pavimento con su pie, esperando a su reacción.

Rusia permaneció en silencio por unos segundos, pensando en su respuesta, un mar de contradicciones en su mente. Aparentemente no fue lo suficientemente rápido para el omega, que rodó los ojos y se volvió a girar, dirigiéndose de nuevo hacia donde caminaba con anterioridad.

El ruso soltó un largo gruñido, viéndole marchar mientras apretaba sus dientes con exasperación. —"Este niñato va a hacer que me maten"

𝐈𝐧𝐝𝐨𝐦𝐚𝐛𝐥𝐞 - RusGer || OmegaverseWo Geschichten leben. Entdecke jetzt