18. Decisiones

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Sentí dolor cuándo me alejaron de Riley, lloré, lloramos juntas al saber que ya no nos veríamos. Ya pasaron meses desde ese entonces, y dentro de poco ella será subastada solo le falta medio año.

Espero encontrarte allá afuera.

Justo ahora vuelvo a sentir dolor, no, dolor de amistad de abandonar a alguien no, de esos no. Es de aquel que te hace daño, de la persona a la cuál confías. Dolor de querer y no ser correspondida.

Me duele querer; verlo con tanto amor y cariño, que él no me vea así, que sea a otra persona la que la vea así, como yo lo veo a él.

Yo miro a Jayden y él mira a Heather.

Estos días han sido un completo sufrimiento para mí, verlo reír, verlo entablar una conversación con ella. A mí me ignora, pasa de mí.

Han pasado tres días desde que tuvimos aquella discusión, desde ese entonces no hemos dormido juntos, ya no. Desde ese día no nos hablamos solo nos vemos y nos ignoramos.

La pregunta es, ¿Heather llegó a romper lo que teníamos? o ¿no teníamos nada?, lo he pensado hasta lo he imaginado. Me he tomado el tiempo suficiente para pensar tantas cosas desde lo más simple hasta lo más difícil.

Me hago preguntas, no obtengo respuestas. Me la vivo encerrada en mi antiguo dormitorio, me paseo, como y vivo aquí. Nunca imaginé esto, esto es peor que estar en el orfanato.

Salí de un infierno para entrar a otro.

Recuerdo a la perfección las palabras que me dijo él señor Joshua: Solo una cosa Elaine, no te enamores de mi hijo, no lo hagas sería un martirio para ti no ser correspondida.

Al parecer tuvo la razón, Jayden tal vez no sienta nada por mi, mucho menos ahora que regreso el amor de su pasado y quizá aún de su presente.
Justo ahora estoy sintiendo el dolor.

El amanecer se asoma por la ventana, no he dormido mucho estos tres días, hace poco dormía hasta tarde. Cuando voy al baño me miró fijamente en el espejo, tengo una sojeras que se notan demasiado.

Arrastró mis pies por toda la habitación, me siento en el tocador para peinar mi cabello, ya está muy largo lo tengo por la cintura.

Busco mil maneras para soportar está vida, solo me agarró a llorar y hacerme un ovillo en la cama.
Tres días que está Heather aquí, y yo ya no soporto esto, no soportare más. No tengo idea de cuánto tiempo más se va a quedar aquí.

¿Y cuándo ella se vaya, Jayden la seguirá viendo?
El sabor amargo que siento al saber que si.

Un poco después tocan la puerta, es la señora de la servidumbre con mi desayuno. Tomo la charola, desayuno fruta picada con yogurt y una taza de café.

Escucho el rugido de un auto corro asomarme por el balcón, se marcha ya.

No tardo mucho es escuchar el toque de la puerta. La abro, mi mal día ya comienza, del otro lado se encuentra la mujer de mis dudas.

—Lindo día Elaine —saluda alegre.

—Buen día Heather —se escucha la molestia de mi voz.

—¿Puedo pasar?

Me hago a un lado para que ingresé.

—¿Ha qué has venido?

—Platicar contigo, no soy tu enemiga —lleva unos jeans rasgados y una blusa roja que se amarra en el cuello con un escote pronunciado.

Enemiga.

Habla

—Me conto algo Jayden —recorre su mirada toda la habitación—, a qué no adivinas el que —ensancha su sonrisa falsa.

Subastada al mejor postorWhere stories live. Discover now