Subastada al mejor postor

21. Nueva integrante

Dos meses después

Camino por el enorme jardín, me siento en la pasto tan verde que está debajo de mi, puedo sentir tocar la hierba, cierro los ojos e inhaló profundo suelto con delicadeza todo el aire y vuelvo abrir mis ojos. Sonrió viendo todo lo que hay a mi alrededor.

Ha pasado ya dos meses desde que llegué aquí, no ha sido fácil. Llegar a un país diferente, hablar otro idioma que ni entiendo, acostumbrarme a ya no verlo.

Los sirvientes suelen hablar la mayoría en francés y yo no entiendo nada, uno que otro apenas y entiende el inglés.

—¿Qué haces sentada en el pasto?, existen los asientos —ríe mientras me lo dice.

—Se siente bien respirar aire puro —cierro los ojos e imagino el bosque que rodea la casa de Jayden.

—¿Lo extrañas, no es así?

—El lugar, en poco tiempo me acostumbre a la naturaleza que me rodeaba. Me gustaba —sigo pensando en él—. Solo extraño el lugar a él trato de olvidarlo día con día —si lo extraño pero no sé lo diré.

—Está bien que sanes, está bien que intentes olvidarlo nadie te recriminara por eso. Está bien soltar lo que hace daño e iniciar una etapa nueva. Un punto y seguido o un punto y aparte —me aconseja.

—Un capitulo nuevo. Lo intento todos los días; a veces no es fácil —es la verdad.

—¿Cómo te ha ido con la ginecóloga? —cambia de tema y yo lo agradezco.

—Bien, acabo de entrar al cuarto mes de gestación —toco el bulto de mi vientre—. Va todo genial, no hay ninguna complicación. Aunque si me avisó que probablemente nazca antes de tiempo, mi cuerpo es joven.

—Hay que estar preparados para todo —ante todo sonríe para que no piense más—. Ya se nota mucho más, ¿puedo tocar?

—Adelante

Posa su mano cálida en mi pancita que está abultada, se nota ya, hace poco no se veía nada y ahora se ve más.

—Aquí está creciendo mi sobrino o sobrina —aparta sus manos—. ¿Qué has pensado acerca de esto?

Se lo que quiere decir, callo por un instante. Nadie me lo ha preguntado desde que llegué, para mí está bien así no me siento presionada aunque hay veces que se tiene que decidir.

—Sigo en lo mismo. Sigue ahí la duda por momentos lo pienso y digo que tal vez no estoy apta para cuidar de un bebé pero también está la sensación de tenerlo y no soltarlo jamás que es cosa del destino —los pensamientos siempre son abrumadores con el mismo tema—. Han pasado dos meses y no logro decidirme.

—Por el simple hecho de que ya han sido dos meses no quiere decir que sepas ya la respuesta. Necesitas más tiempo y está bien. Quizá cuándo nazca y lo tengas en tus brazos sepas la respuesta —acaricia el pasto con las yemas de sus dedos—. Ya sabes, todos aceptaremos lo que tú decidas.

—Desde que llegue han sido muy amables y accesibles con lo que quiero, a veces siento que no lo merezco.

—Hey, no sientas que no mereces nada de esto. Mereces todo, eres mi hermanita y cuidaré de ti —me toma por la barbilla para que lo vea—. Eres una chica muy sencilla y por eso sientes que no mereces nada de esto, no es así. Mereces el jodido universo.

—¿Quién me dará ese universo?, cuando se habla de amor.

—Él hombre que sea para ti, te dará hasta lo que no vas a imaginar —me acerca a él—. Será tan jodidamente afortunado por tenerte.

—Eres tan bueno, me gusta que seas mi hermano. ¿Y a ti quién te dará todo el universo? —yo también quiero que sea feliz.

—La chica que me este esperando, que cuando la encuentre no la dejaré ir nunca —habla sincero—. Aún no encuentro la indicada.