Subastada al mejor postor

32. ¿Aún queda una segunda oportunidad?

!Lindo sábado!, cómo para una
actualización, disfruten la lectura ✨

°•✮•°

Elaine Klein

¿En qué carajo estaba pensando?
No puedo creer lo que he dicho, como se me ocurre seguirle la corriente a una niña de cuatro años.

Lo peor de todo es que Jayden acepto la propuesta. Estaba más inclinada a qué diría que no, que rechazaría la oferta de compartir mi departamento con él por un tiempo mientras el otro se desocupa.

Me doy golpes mentales por mis acciones.

¿En qué te has metido Elaine? —Puedo escuchar esa vocecita en mi cabeza repitiéndolo incontrolables veces.

Ahora tendré que enfrentar la situación como la mujer madura que soy, no seré tan descortés así que sigue en pie en que esté los días que venga a París, se quedará aquí.

Me he escusado de la sala para venir al baño y aclarar un poco mis ideas que al parecer hicieron de la suyas para que Jayden termine bajo el mismo techo que yo.

Creo que después de todo no suena mala idea que esté aquí por algún tiempo, tampoco es que estará todos los días. Él ha dejado en claro que irá y vendrá.

Así podrá compartir con nuestra hija el tiempo suficiente para que se conozcan. Sin duda se llevan muy bien, Eileen se ha pegado como una garrapata a él. No deja de hablar de tantas cosas que su padre la escucha atenta. Ahí fue cuándo decidí huir al baño.

Ya me he refrescado la mente, lo hecho, hecho está. Solo queda afrontar las consecuencias.

Debo regresar con ellos. Camino con cuidado para escuchar un poco de su conversación.

—¿Entonces eres un amigo de mi mami? —Eileen no estás lista para esa conversación.

—Así es —asomo un poco mi cabeza para ver qué hacen.

Están de espaldas a mi. Veo como se mueve cada músculo de este hombre.

Verlo me ha impactado, sigue en forma. Sus treinta años le han sentado de maravilla, se hizo más apuesto, tiene más musculatura que antes. Estoy segura que hace ejercicio eso da entender el porque está tan en forma.

—¿Cuándo nos conocimos por primera vez tu ya la conocías?

Eileen le preguntará hasta de que color trae los calcetines. Me río al saber que así es ella, tan curiosa.

—Claro, desde hace años, mucho antes de que tú nacieras —le cuenta.

—Verdad que mi mami es muy belle —esa no es pregunta es una afirmación de parte de mi hija.

Esta charla los está llevando a las ilusiones de mi hija, chiquilla inteligente que quiere que caiga en sus juegos.

—No voy a negar que tu madre tiene una belleza de otro nivel, es tan bellísima —asume dándole la razón.

Si ya estoy imaginando como tendrá la cara mi hija, de triunfo de saber que Jayden concuerda con su idea.

Mejor decido interrumpir aquella conversación sin sentido.