Subastada al mejor postor

29. Antes de lo esperado

Elaine Klein

Han pasado algunos días, es viernes y mañana es la cena del compromiso de mi hermano por fin nos darán fecha para su boda.

Anoche regresamos a mi departamento, así que ya no estoy en casa de mis padres. Esta mañana desperté en mi cama. Justo en este momento estoy preparando el desayuno de mi hija que la tengo que llevar al preescolar.

Ella aún sigue dormida, en un momento más iré a despertarla.

Hoy iré a la empresa de papá, organizaré algunas cosas antes de reintegrarme, el lunes por la mañana estaré en mi oficina.

No tardo mucho en ir a levantar a Eileen.

Desayunamos mientras ella pone unas caricaturas en la televisión. Yo bebo mi café mientras me transporto hace unos días atrás.

Alec vino a verme a casa de mis padres y me contó que fue a ver a Jayden, me sentí alterada por un breve momento pero luego me tranquilice y proceso la información dada.

Se que no debo de retrasar la verdad. Me ha dicho que está invitado a la cena, no puedo creer que sea mañana. No me siento preparada para soltarle tal bomba.

A mi hija no le he mencionado absolutamente nada y no pienso hacerlo por ahora. Lo haré hasta que vea que decisión haya tomado su padre.

Cuándo se llega la hora de salida nos subimos a mi auto. La paso a dejar y le hago saber que vendré por ella.

Manejo directo a la empresa Klein, ya está la recepcionista atendiendo, me saluda y me da una bienvenida muy grata.

Me encuentro a otros compañeros de trabajo los cuales también se alegran que ya estaré de regreso.

Camino a la oficina de mi padre que de seguro ya está aquí, no me equivoco cuándo entro y lo saludo, ahí también está Alec. Al parecer están en un próximo proyecto de lanzamiento de algunas prendas. Tendré que ponerme al corriente.

—En una hora más tendremos junta con los inversionistas, pondremos los últimos toques a esto —me informa—. Si quieres unirte de una vez o hasta el lunes.

—Iré, asistiré a la junta —acepto.

—Bueno, yo voy adelantando algunas otras cosas —nos echa a mi hermano y a mí de su oficina.

Caminamos fuera de la oficina.

—¿Tú no deberías estar organizando una cena para mañana?

—Debería, lamentablemente no. Riley y mamá están demasiado metidas en la cena y yo sobró —se mete las manos al bolsillo del pantalón—, además de que no tengo idea de como va eso de la comida.

—¿Te sientes presionado?

—No es eso, estoy feliz por mi compromiso. Ella me hace feliz, aunque hay algunas cosas que no se cómo llevarlas —no hay duda ni tampoco miedo.

—¿Entonces? —llegamos a su oficina.

—Pasa —ingreso con él.

—Cuéntame —lo ánimo.

—Está demasiado feliz por todo, y la veo; también siento esa felicidad al verla feliz que es lo único que necesito —no entiendo su punto—. No se esa clase de cosas, nunca tuve una relación estable, sabes que mi única relación en la vida es está con Riley.

—Lo se, así como ella no tenía idea de la vida tu tampoco tenías idea de que era una relación estable y tremendamente oficial —y me queda claro que hay un pizca de miedo—.