28. Hablar, solo quiero hablar

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Adrien solo me pasó a dejar a la casa de mis padres, está vez no paso a quedarse un rato. Al parecer le molestó que no le haya contado acerca de Jayden. No tiene razón para estar molesto ya que no tiene derecho y además no había tiempo de contarlo, recién ayer lo vi; yo apenas y lo estoy procesando que lo he visto después de varios años.

La charla que tuve con él, que más bien no se si llegué a la clasificación de charla normal porque parecía más una disputa de quién se lastimaba más en el transcurso de las palabras.

Subo con cuidado los escalones para llegar a mi antigua recámara, estas últimas semanas o meses tuve que regresar por una temporada ya que mi departamento está en remodelación y además que no tengo con quien dejar a tiempo completo a Eileen por mi trabajo arduo que he tenido últimamente. Suelo contratar a una niñera pero no está veinticuatro/siete, aún así si estuviera disponible no me fío tan plenamente en una niñera. Mis padres adoran a mi hija y ellos no tienen problema en cuidarla.

De todo ya he terminado mi temporada de modelaje y me ofrecieron más contratos que algunos tuve que rechazar sin embargo dentro de unos meses más tengo otros proyectos, lo hago para pasar más tiempo con mi hija y mi familia, otro motivo es que tengo ganas de reincorporarme en la empresa de papá.

Fue una mala idea asistir a la fiesta. Aviento mi bolso en la habitación, salgo a la habitación donde duerme mi hija. Esta viendo la televisión.

—Hola solecito —le beso la cabeza.

—Hola mami, ya regresaste —me presta atención.

—Si hija, ¿sabes si está el tío Alec? —acaricio su cabello.

—Nop, se fue hace ratos con la tía Riley —me contesta si despegar la mirada de la TV.

—Gracias, sigue viendo la televisión iré a hablar por teléfono —salgo de la habitación.

Voy a la mía, busco mi teléfono en el bolsillo. Mientras me quitó los tacones, camino descalza. Los timbre suenan en la línea.

—Hermana... —antes que diga algo, hablo más primero.

—He visto de nuevo a Jayden, en la fiesta de Abigail y tuvimos una plática poco tranquila —necesitaba contarle a alguien y ese es a mi hermano—, e incluso levantamos un poco la voz.

—Oh, mierda. —maldice—. ¿Cómo estás tú?

—En este momento estoy bien, solo necesito sacar esto. Cuándo hubo palabras de por medio si estuve un poco alterada y él también, detuve la disputa no quería que fuera más allá —hablo sincera—, por un segundo vi un dolor inmenso en su cara, yo no sé, no se por que lo digo; no me hagas caso.

—Claro que hago caso a todo lo que digas, no estuvo bien esa charla necesitan platicar con calma —sin duda mi hermano está tranquilo—. Hablando de eso, ya se por que está aquí, salió unas fotografías de Jayden donde revelan en la alfombra que su empresa fue la que llevo el marketing del modelaje, Abigail lo contrato. Tal vez si le preguntas te revele algo más.

Tiene sentido el encuentro de hoy.

—Lo haré, gracias —suelto un suspiro—. No se que hacer, cuando estábamos por terminar de hablar apareció Adrien, se presentó en frente de él como mi exesposo —resoplo.

—Me hubiera gustado ver la cara de Adrien, pobre hombre —escucho como ríe del otro lado de la línea—. Has intentado decirle algo de ya sabes...

—Le mencione que debía saber algo, también le dije que lo buscaría —lo último lo digo bajito.

—Si no quieres hacerlo, puedo hacerlo por ti. Claro cuándo estés cien por ciento segura —aclara—, se que esto lo deberías hacer tu pero creo que eres un poco cobarde al tema.

Subastada al mejor postorWhere stories live. Discover now