30. La verdad

49.4K 3K 690
                                    

Justo ahorita estoy llegando al hotel sin sentir el recorrido de aquel lugar hasta aquí.

En mi cabeza solo retumba lo mismo que me dijo Alec, una y otra vez sin poder creerlo.

¡Ya, carajo!, ¡Créetelo de una jodida vez!

Doy vueltas por todo el espacio que tengo en la habitación.

No se por que carajo me afecto tanto la noticia, ella y yo ya no tenemos nada en común.

Si decidió rehacer su vida, no debe de importarme, nosotros, exacto. Ya no hay un nosotros. Yo también seguí mi vida así como Elaine lo hizo.

Me quedé impactado por la noticia y luego ver cómo Adrien llevaba aquella niña en sus brazos. Elaine a su lado preocupada, una mamá preocupada por su hija.

¡No se que demonios pensar!

Si no pensaba ir a la cena creo que es lo más sensato así que no iré. No podré verla a la cara y sentirme de alguna manera traicionado. Que no debería, por el simple hecho que no hay nada.

Estoy en un proceso de información que sigo sin aceptar cuándo llaman a la puerta.

Abro la puerta con molestia.

—Jayden —veo la enorme sonrisa que me da.

Decae cuándo ve mi expresión.

—¿Qué te pasa Jay? —ojalá fuera sincera su manera de preguntar si pasa algo.

—No, solo quiero estar solo así que mejor será que te vayas a tu recámara o yo que se —la corro.

—De mal humor —no le importa que la esté echando—. Cuéntame.

Pasa a la habitación sin preguntar.

—No te contaré nada —y no lo haré.

Me va a salir con sus palabras venenosas y sus críticas mejor no digo nada, tampoco es como si fuera mi derecho andar diciendo por ahí que Elaine tiene una hija.

Dejo que esté aquí Heather, no dice nada así se ve mucho mejor. Pedimos comida a la habitación, no tardan mucho en mandarla.

—Buscare algunos boletos de avión para mañana mismo —informo—. Necesito volver a mi rutina de trabajo.

—Me parece bien.

Después de terminar, busco mi laptop para buscar los vuelos. Encuentro uno que sale durante la noche, no está mal.

La noche cae y mi mente sigue en algún otro lugar pero se que no estoy del todo aquí.
Me siento en la cama, trato de comprender y seguir con mi vida pero no puedo. Quiero dejar de pensar en la imagen de hace horas.

Unas manos acarician mis hombros, veo la figura de Heather detrás de mi.

—Estás muy tenso —aprieta un poco—. No se que sucedió, no me quieres contar y está bien.

Sigue con sus masajes que por un momento funcionan. Mi cuerpo se relaja, lo agradezco.

De la nada llega un mordisco a mi oreja, no me aparto. Sus manos siguen el sendero de bajar por mi pecho acariciando.

—Necesitas relajarte Jayden —su melosa voz me irrita—. Yo estoy aquí para ayudarte, solo es cuestión de que quieras.

No digo nada. Sigue con sus caricias. Lo pienso, tal vez si lo necesite. Dejo que continúe con lo que quiera hacer.

Se para de atrás y se posa enfrente de mi. No le toma mucho en acostarme y subirse encima mío.

Juro que estoy más perdido en mis pensamientos que estar atento a lo que hace.
Baja a mi altura de mi cara, me observa y se inclina yendo directo a mi cuello.

Subastada al mejor postorWhere stories live. Discover now