Capítulo 17: Hambre.

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Mao Deng había peleado con bestias agresivas en el apocalipsis, mutantes y zombies sin piedad, solo que esta fue la primera vez que una de sus presas tiene una cola tan fuerte y fácil de regenerar.
Un gruñido antinatural pareció salir de su garganta, haciendo que al hombre avergonzarse al sentir que parecía como un animal.

[ ¡Ah, ah, anfitrión, piensa eso después, te van a matar! ]

A diferencia de Mao Deng, que no se inmutaba ante la presencia de las bestias, su sistema se asustaba con cada sonido, escondiéndose en un rincón alejado para mirar y apoyar a su anfitrión.

Pero desde una distancia segura.

"Tú, ni siquiera pueden verte, ¿Por qué te escondes?" Mao Deng atravesó sin problemas la piel del zerg, arrancando un pedazo de coraza cuando nuevamente se había escapado de sus manos.
Irritado, el hombre miró al zerg que parecía alterado, tomando una de las piedras del suelo y tirandola en su dirección.

A diferencia del resto de zergs a su alrededor, no golpeó la piedra con la cola, sino que se movió y escapó del peligro.

¿Por qué sigue esquivando?

Mao Deng levantó ligeramente su mirada, corrió en su dirección e ignoró los golpes a su alrededor, lentamente pareció entender porqué esta cosa no tenía intención de atacar ni defenderse. Lo acorraló, pensando en matarlo de un golpe, pero tan pronto lo tocó, su mano se perdió en un bucle de niebla.

El resto de zergs a su alrededor son molestos, atacando y corriendo como insectos cobardes.

Quizás para las razas vivas, lo más aterrador es encontrarse con un ser capaz de exaudar el olor a muerte aún moviéndose.

Mao Deng suspiró, el ángel debería haber estado aquí, pero en vez de eso plantó varias manchas en el mapa, haciendo que  el sistema no pudiera encontrarlo rápidamente.

"Que molestia".

El antiguo hombre del apocalipsis se preparó para atacar, incluso si nunca obtuvo un poder especial en su mundo, eso le enseñó a depender únicamente de sus cualidades como humano, al menos cuando aún era humano.

"Vengan, ha pasado un tiempo desde que puedo dejar salir todo este estrés." Mao Deng gruñó con satisfacción, el rojo de su cabello se combinó con el rojo de la sangre.

Incluso los monstruos plantados por el cielo tienen sangre roja.

...

Estuvo corriendo de un lado a otro bajo la lluvia de sangre, buscando la verdadera identidad del ángel, después de toda la masacre, lo único que quedó fue un simple punto rojo que apuntaba en la dirección del protagonista.

Ansioso, regresó a toda prisa, viendo al niño en la cama con los labios pálidos y expresión adolorida.

Yu Huoxien parecía estar atrapado en una pesadilla, mordiéndose los labios hasta hacerlos sangrar sin piedad, sollozaba en silencio, dejando caer las lágrimas en su sueño de una manera angustiosa. Era ese tipo de dolor que sin importar qué nunca podría sanar.

[ ¡Agh, deja de resistir, humanos bastardos...! ]

Escuchó finalmente el sonido del ángel, tocando los labios del joven con uno de sus dedos antes de dejarlo morder su piel como remplazo. "No rompas tus labios", la voz del hombre era suave, como si estuviera consolandolo, debido a que el niño seguía en esa pesadilla, solo podía soportar ver su dedo ser mordisqueado con fuerza.

El hombre estaba en silencio, pero la campana en su cuello hizo un ligero sonido al moverse, el sonido leve pero prominente del objeto hizo que las pestañas largas del joven temblaran.

Amado Bastardo. [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora