Capítulo 36: ¡Que mal momento!

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ㅡ Nota de la autora: Advertencia, Contenido sexual, en caso de no ser de tu agrado, se recomienda saltar el capítulo.

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El desayuno fue pacífico; los días han pasado lentamente después de eso. Mao Deng miró el estado de su misión mientras el sonido de las personas en la sala castañeaba en sus oídos. Los ojos almendrados del hombre observaron el estado del sistema con satisfacción.

[ El sello del cielo se ha roto en un total de 69.9% ]

El no muerto se preguntó la razón por la cual se había detenido en un número tan específico, pero no le tomó importancia. Caminó por la sala de estar con naturalidad, ordenando y abriendo algunas ventanas para ventilar la casa.

Sus hábitos fueron suprimidos en el apocalipsis, pero ahora que está en una era relativamente tranquila, él puede volver a mantener la casa impecable.

...

Wu Bo se acostumbró a ver a su joven maestro caminar como un pollito perdido detrás de su esposo. Cuando Mao Deng se da cuenta, este hombre levantará al joven maestro en sus brazos y lo llevará a donde quiera.

¿Qué eres, carruaje personal?

Ignorando esa imagen mental, Wu Bo se levantó y recogió una mochila de bambú que tejió estos días. Por más renuente que fuera al principio, Mao Deng es realmente un buen tipo, ayuda sin preguntar, limpia continuamente la casa, hace el desayuno, corta leña y se preocupa de conseguir ropa para el joven maestro. Incluso consiguió para Wu Bo, diciendo que no es bueno no estar bien abrigado en el frío.

Pero él sigue usando esos trapos harapientos.

El soldado se sintió un tanto mal. Es claramente una buena persona y un buen esposo. ¿Todos simplemente lo evitaban por su apariencia? Lo que Wu Bo ignoraba era que, aunque era cierto que le temían por su apariencia, las antiguas acciones del cuerpo de Mao Deng eran solo un matón de campo robando gallinas y arroz para comer.

El joven maestro y su esposo son tan buenas personas, pero la gente no puede verlo. Él también tiene que ayudarlos a los dos para sacar a flote esta casa, la casa que quedó de la familia Yu.

"Joven maestro, señor Mao, iré a la ciudad por unas horas, volveré en la noche. Déjenme un poco para cenar." Aunque está un tanto avergonzado, la comida de Mao Deng ha mejorado cada vez más. No tiene decoro en usar plantas que no han usado los campesinos vecinos, no es que no se preocupe por el dinero, es que la mayoría de lo que consigue de los aldeanos por su protección es comida, así que simplemente se resigna a no gastar nada en comestibles.

A veces el olor atrae incluso a la señorita Yang y su madre. Para cuando Wu Bo sintió curiosidad, el hombre le comentó que quería mejorar su cocina para que su esposo estuviera contento.

Se lo merece. Él preguntó. Fue alimentado por comida para perros, le pasó por metido.

Agitando su mano levemente, Yu Huoxien lo despidió. "Ten cuidado, tío Wu, ve con calma." El pelirrojo simplemente le asintió en silencio, viéndolo cerrar la puerta detrás de su espalda.

Los dos se quedaron solos, la sala de estar es grande, incluso con toda la decoración en la casa de Mao Deng aún seguía viéndose muy espaciosa. "Esposo, ¿no es hora de mi medicina?" Girando la mirada hacia el, el hombre asintió, generando por consecuencia un sonidito de la campana en su cuello, rebuscando entre sus mangas la pequeña botella que el sistema le dio como recompensa.
Mao Deng inventó que un médico ambulante le regaló esta medicina por salvarlo de un zerg, por lo que ha estado usándolo en el rostro y ojos del muchacho.

Amado Bastardo. [BL]Where stories live. Discover now