Capítulo 33: Besame si estás aquí.

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Yu Huoxien se levantó hoy con un poco más de energía, caminó por la casa con facilidad hasta entrar en la cocina, el ger en realidad nunca aprendió a cocinar, siempre fueron otras personas y sirvientes quienes se encargaban de darle comida, pero está más que dispuesto a hacer cosas simples para Mao Deng.

Mao Deng caminó cerca de el, viendo la monstruosa combinación de ingredientes volverse una masa anormal en las manos de su pequeño esposo.
"...¿Puedes hacerme el desayuno solo a mi?" El pelirrojo habló detrás de él, la diferencia de tamaño en ambos cuerpos se denotó justo cuando las manos frías del hombre tocaron suavemente la cintura del ger, quien se detuvo, sintiendo el frío antinatural en su cuello unido a las palabras de su marido.

Con un tono avergonzado, el hombre murmuró. "Yo puedo hacer comida para todos, pero quiero comer la tuya."

No importa cuanto el sistema lo juzgue con la mirada, no va a admitir nada.

Yu Huoxien se volteó, abrazando el cuello de su esposo con una expresión eufórica, papá tenía razón, sus recetas siempre son las mejores. El ger tuvo un acuerdo táctico con él, haciendo un desayuno simple junto a su marido.

Los dos estuvieron haciendo cosas distintas en el mismo lugar, en silencio y sin molestarse el uno al otro, pero irónicamente el silencio era reconfortante.

En este lugar se usa grasa de cerdo como aceite, Mao Deng no es quisquilloso al respecto, simplemente calentó la sartén con el fuego, sofriendo trozos pequeños de cebolleta silvestre hasta que estuviera totalmente dorada, el aroma a comida le abría el apetito.
Mao Deng mezcló en un recipiente unos pares de huevos, leche, sal y algo de harina, batiendo con una cuchara de palo hasta que la textura fuera cremosa, añadió el aceite restante de las cebolletas y luego mezcló todo en conjunto, empezando a hacer varios crepes de cebolleta, apilandolos en un plato de madera.

Para acompañar el desayuno, Mao Deng hizo algunos tazones de arroz blanco y algunas verduras en escabeche que Wu Bo había estado haciendo estos últimos días.

Cuando el hombre giró la mirada para observar como iba la comida de su pequeño esposo, Mao Deng no pudo evitar detenerse, observando con genuina curiosidad como los bollos de verduras anormalmente enormes tenían formas tan... únicas.
El hombre de cabello rojizo lo miró haciendo el bollo, su expresión concentrada y contenta consigo mismo hizo que su mirada se suavizara, tomando los palillos para darle un trocito de crepe al joven. "Aah." El dijo, inclinándose para alimentarlo.

Yu Huoxien parpadeó, abriendo la boca por reflejo.

El joven masticó sin preguntar, simplemente disfrutando del sabor de lo que su esposo había cocinado. "¿Sabe bien?" La voz del hombre fue suave, mezclándose con el sonido de la mañana fuera de la casa, el piar de los pájaros y el sonido indiscutible de su propio corazón.

"...Sabe bien." El masticó, abultando una de sus mejillas.

Allí, Yu Huoxien escuchó su risa, casi como el tintineo de la campana en su cuello, quizás fue su respuesta lo que lo hizo reír o tal vez fue la simple felicidad de haber recibido un elogio.

Ojalá siempre sonrías así.

Un golpecito en la puerta interrumpió sus pensamientos.

Mao Deng abrió la puerta y encontró al segundo príncipe con las mejillas acaloradas, mirando a todos lados menos al par de esposos a quienes había interrumpido. "Ahem, los ayudaremos... si quieren." Con el guardia a su lado, Jian Yating tuvo que ser forzosamente alimentado con comida de perros, ambos planeaban ayudar en lo que pudieran, pero cuando quisieron entrar... No había manera de entrometerse en esa burbuja rosa.

Amado Bastardo. [BL]Where stories live. Discover now