Capítulo 3

399 13 0
                                    


- Te lo juro, sé que hice mal al no mirar el semáforo, pero es que no sabes cómo se puso a gritarme el tío, ni mi padre me grita así. - Me quejo mientras que estoy en la casa de Safa maquillándola y desahogándome sobre lo que pasó hace un rato. Puedo notar que Safa está visiblemente cansada de escucharme, pero necesito compartirlo con alguien.

- Yasmine, tranquilízate y déjame opinar. ¿No crees que fuiste tú quien comenzó a gritarle? Quiero decir, él intentó ayudarte.

- En parte sí, pero también... - Me quedo en silencio, incapaz de encontrar las palabras adecuadas.

- A eso intentaba llegar - dice Safa.

- Ahora que lo pienso, fui yo la que empezó la discusión. - Admito. - Pero no sabía qué hacer, había pasado demasiado miedo.

- Deberías bajar un poco tu ego, desde pequeña eres incapaz de admitir tus errores - me dice, y sus palabras hacen que me sienta aún peor. Reconocer que tengo dificultades para admitir mis errores es un golpe a mi orgullo. - A lo mejor ese chico es una razón para que no seas tan cabezadura.

Me siento mal al admitirlo, pero es verdad. Safa siempre me hacía entrar en razón; siendo dos años mayor que yo, era como una hermana mayor y a menudo tenía razón en sus consejos.

- Bueno, si me lo encuentro por ahí, le pediré perdón - digo, aunque en realidad deseaba lo contrario y me conocía a mi misma lo suficiente para saber que no lo haría. - Y bueno, cuéntame, que ni siquiera te he preguntado sobre la boda, ¿estás emocionada? - le digo cambiando de tema.

- Sí, estoy muy emocionada - dice, rodando los ojos y dejando en claro que está harta de mi - pero a la vez estoy nerviosa, no sé si me explico.

- Es completamente normal, te vas a casar. Yo también lo estaría. - le digo mientras le pongo pintalabios.

- En parte lo que más preocupa es la cantidad de gente que va haber y me ha dicho Karim que va a venir hasta gente famosa. - dice, haciendo que me sorprenda.

- ¿En serio? - le digo terminando de hacerle los últimos retoques.

- Wallah, me dijo que iban a venir un par de futbolistas, y me hizo pensar que esto va a estar lleno de gente que ni siquiera conozco y no sé cómo comportarme.

- Tú tranquila, no tienes nada de qué preocuparte, voy a estar pegada a ti todo el rato. - le digo mientras guardo las brochas y todas las paletas en su sitio.

- No, por favor - dice, dejándome completamente ofendida.

- Fingiré que no escuché eso - respondo con una expresión exagerada, lo que provoca una risa de ambas. - No te preocupes, estarás bien. Karim estará contigo.

Ella asiente y se levanta.

- Masha'allah, estás guapísima. - le digo mientras la hago girar frente al espejo para que pueda verse completamente.

- Tía, ¿qué haría sin ti?

- Seguramente no harías nada. - le digo, y ella me da un pellizco en el brazo.

- Vale, vale, perdona, ahora vete a terminar de vestirte que yo también tengo que prepararme. - le digo, y ella sale de la habitación apresuradamente.

Tenía que volver al hotel para vestirme porque había olvidado traer la ropa conmigo, así que tenía que salir corriendo para recuperarla a tiempo.

{...}

Después de saludar a mi familia, me encuentro con mi hermano luchando desesperadamente por arreglarse la corbata, así que decido echarle una mano. Una vez que lo ayudo, me dirijo a saludar al resto de los invitados, notando una gran diversidad de personas en la celebración.

Un Giro Inesperado Where stories live. Discover now