Capítulo 25

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Me sentí súper mal por lo del padre de Addo. No puedo expresar la sensación tan horrible que sentí cuando vi que esto no se trataba de algo que yo había hecho mal y que era algo muchísimo más grave. No me puedo imaginar en su lugar, yo no sabría qué hacer si mi padre tuviera cualquier enfermedad terminal.

Addo, desde mi punto de vista, lo estaba manejando bastante bien, con calma. Pero no ver a su padre le estaba haciendo daño y necesitaba hablar con él.

Después de volver a casa nos quedamos todo lo que quedaba del día hablando, a veces del tema y a veces de cosas para intentar bajar un poco la tensión del ambiente.

Sentados en el sofá, Addo a mi lado escribiendo a su madre, y yo acariciando a Scar.

- Mañana nos vamos - dice Addo rompiendo el silencio.

Lo de ir a Escocia no me parecía bien al principio. Quiero decir, ir yo con él, pero al final no pude decir que no.

Asiento y dejo a Scar en el suelo. Antes de que pueda decir nada, él me adelanta.

- Si no quieres ir, no pasa nada - dice esta vez dejando el móvil y mirándome.

- No, si quiero ir. No quiero dejarte solo en esto - digo y veo la sorpresa en su cara.

Hasta yo estoy sorprendida por mis palabras.

- Significa mucho para mí, de verdad - dice.

Mirándolo, veo que sus ojos son preciosos. Un color marrón claro, esos ojos que con la luz del sol se ven mucho más claros.

Después de un momento, Addo rompe el contacto visual y vuelve a mirar su teléfono. Parece estar en conflicto consigo mismo. Finalmente, levanta la mirada de nuevo y suspira.

- No te voy a mentir, esto va a ser difícil. Cuando veo a mi padre suelo hacer... gilipolleces y llega a un punto que no puedo ni controlarlo. Así que si digo algo o hago algo que te molesta, no dudes en decírmelo.

- No te preocupes, todo saldrá bien insha'alah.

Digo levantándome del sofá. Eran ya las diez de la noche y ninguno de nosotros dos había comido nada desde hace ya unas cuantas horas. Fui a la cocina a hacer cualquier cosa, finalmente me decidí por macarrones con salsa de tomate y queso, y un zumo de naranja para acompañar.

Cenamos en silencio. No era el típico silencio incómodo, no, era como si los dos necesitáramos ese momento para nuestros pensamientos.

*

Teníamos que estar en Escocia por la noche, más o menos a las doce de la noche. El vuelo salía a las doce de la mañana y todavía eran las nueve, así que todavía quedaba tiempo.

Me vestí y me hice una trenza para bajar a desayunar. Cuando bajé, encontré a Addo, sin camisa, dándome la espalda. Estaba dándole de comer a Scar. Aprovecho que no me había visto ni oído y voy a la cocina . Cojo unos cereales que encontré en el cajón de la despensa y me siento a comer mientras leo "It Ends With Us", un libro que me traje de casa. Es un libro que sigue a una chica llamada Lily que acaba de mudarse y va a comenzar su vida después de la universidad. Después, Lily conoce a un chico llamado Ryle y se enamora de él. Mientras desarrolla sentimientos por Ryle, Atlas, su primer amor, aparece y las cosas se complican. Todo muy cliché, pero me encanta. Iba por los últimos capítulos del primero y me estaba gustando.

Estaba tan concentrada en la lectu0jhra que no noto la presencia de Addo hasta que habla.

- Buenos días - dice entrando a la cocina. Todavía sin camisa.

- Buenos días - digo bajando la cabeza de vuelta al libro.

Veo de reojo que va a la despensa y saca los mismos cereales que cogí. Pone el plato lleno de cereales en la mesa y se sienta enfrente de mí.

Un Giro Inesperado Where stories live. Discover now