Capítulo 16

283 13 1
                                    


Nunca me ha gustado despedirme. Siempre era de las que decían 'hasta luego' o 'nos vemos', porque decir 'adiós' sin más me daba un poco de miedo.

No sé vosotros, pero durante los veranos siempre iba a visitar a mi familia. Sin embargo, como tenía dos familias en continentes completamente diferentes, me tocaba pasar muy poco tiempo con mis familiares. Casi todo el tiempo que pasaba en otro país era encerrada en un avión.

Así que cada vez que me iba a despedir de mis abuelos, siempre era un 'hasta luego' o 'el año que viene os veré, insha'alah', pero nunca un 'adiós'. Esa palabra no me gusta para nada.

Ahora bien, tus abuelos y tus padres son dos personas muy diferentes; lógicamente, tus padres siempre serán más importantes para ti y a mí me tocaba despedirme de ellos sin saber cuándo los iba a ver de nuevo.

Diréis que exagerada, pero siempre me prometí quedarme con ellos. Ellos no podían casi ver a sus padres sin saber si estaban bien o no. Nunca sabes cuándo Allah se llevará sus almas, y eso me despertó un miedo.

Cuando finalmente acabé la universidad y empecé a trabajar, había clínicas que me llamaban desde el otro lado del continente y ofrecían el doble del dinero que ganaba, pero no acepté ninguna. Decidí quedarme en Leeds, con mis padres.

Ya me había preparado y recogido todas mis cosas en la habitación, también había desayunado junto con mi hermano y Malik otra vez. Sin embargo, mi corazón se hundía con cada segundo que pasaba.

Y ahora solo estaba esperando que mi madre y la madre de Addo salieran para despedirse de nosotros. No sabía cómo iba a reaccionar cuando llegara el momento de despedirme.

Me sentía horrible conmigo misma. Antes, no podía ni resoplar a mis padres porque después no podía ni mirarlos a la cara, y ahora no hago más que mentirles, lo que hace que la despedida sea el doble de dura.

Miro a Addo y me pregunto cómo puede estar tan tranquilo en estos momentos. ¿Acaso no le importa una mierda lo que sus padres sentirán si se enteran de que todo esto solo es una farsa? Parece que sí, porque está ahí, parado detrás de mí, apoyado en el coche sin ninguna preocupación.

- Yasmine - me llama con voz suave.

- ¿Qué? - mi voz suena entrecortada, intento contener las lágrimas que amenazan con escapar.

- ¿Estás bien? - me pregunta con genuina preocupación en sus ojos.

Siento un nudo en la garganta y decido ignorarlo.

Él ve que no le contesto y se calla. Poco después, llega mi madre acompañada de Alice. Intento sonreír para ocultar mi tristeza.

Me acerco a mi madre y la abrazo con fuerza, mientras Addo habla con sus padres. Mi hermano y mi padre se acercan y nos juntamos todos en un abrazo.

Los ojos de mi madre están llenos de amor y tristeza, y no puedo aguantar más, rompo a llorar.

- Yasmine, cariño, no te preocupes, nos veremos otra vez bi ithnillah - dice mientras me abraza una vez más.

Sus palabras suenan reconfortantes pero la idea de separarnos me duele en lo más profundo.

- Te llamaré siempre que pueda, te lo prometo - le aseguro con voz entrecortada y le doy un beso en la frente.

Addo me toca la espalda diciéndome que tenemos que irnos. Mi corazón se hunde aún más.

Miro una última vez a mis padres, sus ojos reflejan la mezcla de orgullo y tristeza al verme. No puedo evitar sentir un nudo en el estómago y las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas otra vez. Les doy un último abrazo y entro al coche.

Miro una vez más por la ventana y veo a mis padres y mi hermano, que se quedan en la entrada, mirándonos partir. Se me hace difícil aceptar que este es el momento de alejarme de ellos, al menos por un tiempo.

Me coloco bien en la silla, con Addo a mi lado conduciendo, cierro los ojos por un momento y me concentro en respirar profundamente para tratar de tranquilizarme.

- De verdad que necesito que esto se acabe ya - le digo después de lograr parar las lágrimas.

- No eres la única, a mí tampoco me gusta mentirle a mi familia - responde, su mirada fija en la carretera.

- Y como es que estabas tan tranquilo antes, estabas apoyado en el capó del coche como si no te importara nada - le digo esta vez mirándolo.

- Siempre se me ha dado bien esconder mis sentimientos y además todo el mundo reacciona a las cosas de manera diferente - dice desviando unos segundos su mirada de la carretera para mirarme.

Después de sus palabras me quedo callada, sin saber qué decir. Addo rompe el silencio y pregunta:

- ¿Por eso me estabas ignorando antes?

Durante unos minutos, el silencio se mantiene en el coche mientras intento encontrar las palabras adecuadas. Finalmente, reúno el valor para responder.

- Pensaba que no te importaba mentirle a tu familia - confieso con cierta inseguridad en mi voz, temiendo su reacción.

Addo se toma un momento antes de hablar, como si también estuviera eligiendo sus palabras con cuidado.

- Todo lo contrario. Mi familia me importa y es cierto que preferiría no mentirles, pero no solemos actuar así como tú y tus padres, somos más de un adiós y ya.- Hace una pausa - Si queremos que esto se acabe rápido, sabes que estaremos viviendo bajo el mismo techo, viéndonos todos los días, debemos hablar abiertamente sobre cómo nos sentimos y qué nos molesta. Es la única manera de evitar peleas y malentendidos - explica Addo con calma.

Sus palabras me reconfortan. Aunque nuestras situaciones familiares sean distintas, ambos queremos que esta situación se resuelva lo antes posible.

**

Un poco de drama, nos hacía falta no??

Espero os guste 🖤.

Un Giro Inesperado Where stories live. Discover now