Capítulo 6

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Mientras la gente entraba y salía del estacionamiento del hotel, yo permanecía sentada en mi coche durante aproximadamente una hora y media, reflexionando sobre todo lo que había sucedido. El miedo a la decepción en el rostro de mi padre cuando se enterara me atormentaba. Sabía que era una persona estricta y que esto podría ser un duro golpe para él. Ahora tiene de mí la imagen de la hija perfecta, una persona con un trabajo bien pagado y que no  comete errores. Pero sé que en cuanto se entere, toda esa imagen en la que tanto me esforcé en crear se hará pedazos. La perspectiva de enfrentar su decepción me llenaba de ansiedad.

Me gustaría quedarme toda la noche en el coche, pero sabía que no era una opción. Con un suspiro, finalmente salí del vehículo. El frío de la noche me golpeó directamente en la cara como una bofetada, parecía que el clima reflejaba mi estado de ánimo.

Recolectando mis cosas del asiento trasero y cerrando el coche con cuidado, me dirigí hacia el ascensor del hotel, consciente de que no iba a poder pegar ojo.

Cuando llegué al ascensor y estaba a punto de presionar el botón para llamarlo, escuché una voz familiar detrás de mí. El sonido de esa voz me hizo dar la vuelta con sorpresa, encontrándome con la persona que menos esperaba y quería ver en ese momento

- Yasmine -me llamó, su voz revelaba cierta tensión

- ¿Qué estás haciendo aquí? - pregunté, mirando nerviosamente a mi alrededor, temiendo que alguien pudiera tomarnos otra foto.

- Vi las noticias y he venido hasta aquí para hablar contigo - dijo con voz distante.

No me sentía muy cómoda hablando con él, pero también quería saber de qué quería hablar, así que asentí. Nos apartamos del ascensor para dirigimos hacia un rincón más tranquilo. Mi mente estaba llena de preguntas que ansiaban obtener sus respuestas.

- ¿Cómo... cómo es posible que hayan llegado a esa conclusión? - pregunté, tratando de comprender la situación.

Addo suspiró y se quedó callado por un momento antes de responder.

- Así es la prensa, con tal de ganar dinero se inventan cualquier cosa - dijo con un tono de resignación, como si estuviera acostumbrado a lidiar con ello.

Mis pensamientos se agolpaban mientras miraba a Addo con preocupación.

- No sé qué hacer, mis padres me van a matar cuando se enteren de esto - comencé, no queria desahogarme con un desconocido pero las palabras salieron por si solas. - Siento que no sé por dónde empezar, y temo que no quieran escucharme, que simplemente piensen lo peor de mí... - La ansiedad me carcomía mientras seguía, y aunque estaba a punto de seguir hablando, Addo me interrumpió

- Oye...- Addo se pasó las manos por el pelo, como si eso le ayudara a pensar mejor, antes de continuar - cuando surgieron los rumores, me di cuenta de que si queríamos manejar esta situación y proteger nuestras vidas personales, debíamos tomar medidas... - hizo una pausa, reflexionando antes de continuar - Entonces se me ocurrió esta idea... y te seré sincero, es un poco extraña, pero... - vaciló un momento antes de decirlo claramente - casarnos. Al menos, casarnos temporalmente para calmar las aguas y luego separarnos en buenos términos.

Mis ojos se abrieron de par en par, asimilando la audacia de su propuesta. No podía creer que  hubiera llegado a ese extremo. No pude evitar soltar una risa ante su propuesta. La idea de casarnos, aunque fuera temporalmente, me parecía terrible y fuera de lugar y estaba convencida de que esta no era la solución para nuestros problemas y que solo iba a llevar al doble de problemas en el futuro.

- Estás loco - dije, apartándome de él con frustración. - ¿En qué estabas pensando para que se te ocurriera algo así? - Mis palabras reflejaban claramente mi rechazo, y añadí con firmeza - Si esperas que acepte algo así, la respuesta es no.

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