«En un mundo donde la magia se entrelaza con las emociones, dos almas rotas luchan por desentrañar el enigma de su pasado».
💫Sinopsis amplia en el interior del libro💫
Conforme se desata la guerra y los oscuros secretos que yacen bajo una fachada c...
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¿Por qué lo hizo? Esa es la pregunta que seguía resonando en los Ecos del Tiempo. ¿Fue por un impulso egoísta, un deseo despiadado de dominio sobre los destinos de la humanidad? ¿O acaso hubo alguna chispa de benevolencia en su corazón oscurecido?
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Región Vikeesh, tierras de Kihoi.
Casi un calendario lunar después del Examen de Admisión, se dio a conocer la terrible noticia del fallecimiento de Sagar Vanshee, el Leier de la Gran Nación Osir, Wai.
Drishti fue designado para encabezar la investigación en persona.
Adentrándose en los detalles de la tragedia, descubrió dos aspectos que despertaron su interés.
En primer lugar, Sagar falleció en su propia oficina, víctima de un «infarto». Una muerte esperada, considerando el historial médico plagado de inestabilidades. Pero la ironía de la situación no pasó desapercibida para él, quien se preguntaba si existía alguna conexión entre el frágil estado de salud del Leier y su infausto desenlace. No obstante, fue el segundo detalle el que elevó sus sospechas: el nulo hallazgo de Ha propio en las venas del anciano.
Las mismas condiciones de la muerte de Khann Sedus.
Ni siquiera podía reabrir el caso de Sedus sin que sus superiores le recordaran las estrictas leyes. Si bien quizás era existía la posibilidad de una coincidencia, un fatídico suceso sin ninguna conexión oculta, él no pensaba así.
Fechas posteriores, Drishti se sumergió en una profunda investigación en busca de respuestas.
Cada archivo, cada informe y cada testimonio fueron analizados con minuciosidad. Descubrió que el historial de salud de Sagar era mucho más complejo de lo que se había hecho público. Recibió tratamientos experimentales y se sometió a intervenciones médicas poco convencionales, sugerencias de su consejero Hans.
Además, durante sus indagaciones, se encontró con informes de casos similares de jefes de regiones pequeñas que fallecieron de manera repentina y sin explicación clara. Eran sucesos que pasaron desapercibidos en medio de la agitación política y los conflictos de las Grandes Naciones.
