|Capítulo 21: Vínculos|

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¿Acaso ellos no comprenden? Él no era una deidad, era un error; una existencia que jamás debió ser

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¿Acaso ellos no comprenden? Él no era una deidad, era un error; una existencia que jamás debió ser.

¿Acaso ellos no comprenden? Él no era una deidad, era un error; una existencia que jamás debió ser

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Región Ljure, tierras de Ljiurt.

Las jornadas en las desoladas tierras de Ljiurt se desarrollaban en un ciclo casi monótono.

El paisaje árido y desolado se extendía hasta donde alcanzaba la vista.

Se acostumbraron a las ondas expansivas de Ha que sacudían los alrededores. El olor a hierro, mezclado con la putrefacción de los cadáveres, se impregnaba en cada rincón del frente de contención. Los soldados avanzaban entre restos humanos, cuyos rostros estaban cubiertos de sudor y sangre, con el corazón desenfrenado.

Los periodos diurnos se desvanecían en una rutina implacable: patrullas interminables, pausas de espera ansiosa en las zanjas, contiendas violentas que dejaban más bajas en ambos bandos.

Al caer la noche, con unas pocas estrellas titilando en el empíreo, el oficial Dhaval encendió una fogata con un sello especial antes de alejarse. A pesar de los fuertes vientos que azotaban la noche, las llamas ardientes no flaquearon. A los alrededores, reunió a sus agotadas huestes.

—Hoy haré la guardia completa, ustedes descansen tanto como les sea posible —informó el superior.

Un veterano aguerrido se unió a los más jóvenes alrededor del fuego.

—¿Tienen a alguien que los espera en casa? —preguntó con tono amable, deseando mantener el espíritu en alto.

Las respuestas variaron entre el grupo.

Algunos hablaban con cariño de sus familias, que anhelaban ver nuevamente. Otros compartían la esperanza de reunirse con sus seres queridos en cuanto fuera posible. Sin embargo, entre los jóvenes soldados había quienes confesaron no tener a nadie que los esperara.

Por supuesto, los veteranos se esforzaban por hacer que los novicios se mantuvieran entretenidos.

Los juegos sencillos y los cánticos en honor a los caídos resonaron en el entorno.

|Una memoria perdida|Où les histoires vivent. Découvrez maintenant