60. Martina

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Uno no sabe cuándo la vida volverá a darle un giro inesperado, a veces es para bien, otras no tanto, pero lo que estaba a punto de pasar aquella tarde era algo que jamás habría imaginado

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Uno no sabe cuándo la vida volverá a darle un giro inesperado, a veces es para bien, otras no tanto, pero lo que estaba a punto de pasar aquella tarde era algo que jamás habría imaginado.

Mi vida había tomado de nuevo un ritmo al que ya me había acostumbrado, llevaba seis meses con Adri y nuestra relación iba bien, mi familia y mis amigos nos rodeaban y éramos felices. Acababa de despedir a mi último paciente de la tarde, era viernes y Adri con Nahuel me esperaban en la sala de esperas para ir por un helado y luego al cine.

En ese momento, mi secretaria me llamó para avisar que tenía una llamada. Era extraño, pero la tomé.

—¿Martina? —preguntó.

—Sí... la misma...

—Soy Ana Meyer, productora del programa Belleza Real, me gustaría comentarte una propuesta...

—¿Diga? —No tenía conocimiento de ningún programa, pero me interesaba escucharla.

Lo cierto era que luego de que Adrián hubiera compartido en redes mi decálogo, había conseguido un montón de seguidores. Al principio me había molestado y tuvimos una pequeña discusión al respecto, pero luego comprendí que aquellas mujeres que me escribían solo querían un poco de fuerza, un poco de aquello que Maca o Nadia me habían dado a mí, algo de lo que aferrarse para creer que podían lograrlo.

Y yo podía dárselo, así que comencé a responder mensajes y a compartir un poco de mi mundo con unas cuantas desconocidas.

—Este es un programa de televisión que se estrenará en un par de meses, queremos hacer entrevistas a mujeres reales que han sabido superarse a sí mismas en distintos ámbitos de la vida. Hemos leído tu decálogo y nos gustaría muchísimo una entrevista para que nos comentaras cómo llegaste a ello.

Acepté de inmediato y me emocioné muchísimo ante la idea de compartir mi historia y salir en televisión. Un año atrás jamás lo hubiera pensado, me habría muerto de la vergüenza y habría creído que una chica como yo no tenía nada para decirle al mundo.

Sin embargo, todo había cambiado y ahora era yo la que podía ayudar a otras chicas, por lo que no lo dudé ni un minuto. Cuando se lo conté a Adri estuvo feliz y me dijo que se sentía orgulloso de ser el novio de una chica famosa que sale en televisión.

—Estás loco —reí con diversión y nos fuimos a comer aquel helado.

El día de la entrevista estuve de lo más nerviosa, nunca había salido en televisión y me daba miedo hacerlo mal. Tampoco puedo negar que me preocupaba cómo me vería, siempre decían que la TV aumentaba unos kilos y yo no quería verme demasiado grande.

Con la ansiedad y los miedos guardados en un cajón, me senté en aquella silla frente a la conductora que se llamaba Nair y comencé a responder a las preguntas que me hacía.

La entrevista fue sobre mi vida, cuáles fueron las dificultades que más me costó vencer y cómo logré hacerlo. Preguntas acerca del apoyo de mis seres queridos y cosas sobre el estilo.

Una chica como yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora